lunes, 13 de junio de 2016

735. EL BREXIT, SI TIENE ÉXITO, ES UN GRAN DRAMA PARA TODA EUROPA




Quizá porque nuestra fe en Europa es  casi absoluta y acaso también   porque estamos embebidos en la  espera de  unas elecciones  que, de una manera u otra, deben poner  fin a la incertidumbre política, los españoles,  a distancia  y sin preocupación, asistimos  como invitados de piedra, a los prolegómenos del referéndum que,  el  día 23 de  este mes,  se celebrará en el Reino Unido para decidir su permanencia o su salida de la Unión Europea.

Gran Bretaña es  aproximadamente el 20%   la economía y de la población  europea, más o menos lo que Cataluña  representa en  España, es decir, una parte muy importante de nuestras  fortalezas  y, sobre todo, de nuestra capacidad y de nuestro potencial para afrontar el futuro en el entorno de una  economía globalizada. Por ello, sin duda alguna, la sola posibilidad de que se produzca  el Brexit   tendría que tenernos con el alma en vilo.

Pero, aún siendo esos aspectos  de la permanencia del Reino Unido tan importantes   para Europa (y para nosotros),  mucho mayor es la relevancia de la  presencia  británica en los marcos  sociológicos y políticos  de la configuración actual  y futura de la Unión Europea y , como consecuencia,  de la convivencia entre las naciones y entre los ciudadanos de las naciones europeas.

En momentos  tan difíciles  como el que ahora vive Europa,   debemos recordar  que la CEE, el Mercado Común como precedentes y   la  actual  Unión Europea, han sido el gran instrumento  que nuestros líderes descubrieron,  crearon y  desarrollaron   con éxito,  para evitar, después de  que sufriéramos   dos guerras en el siglo XX,   nuevas  matanzas entre europeos.

Y, no solo eso, aunque la mayor parte de quienes vivimos en este continente no lo recordemos,   solo a partir  de  los años sesenta  en los países occidentales  y  de  ahora mismo en los orientales ,  gracias a  la existencia de la Unión Europea,  hemos   podido superar, con gran éxito,  el autoritarismo,  la pobreza endémica , las  constantes  tensiones sociales, el mayor de los fanatismos  y  la inmensa  violencia crónica de  nuestras sociedades.

Sin embargo, cuando la situación global de  Europa se está deteriorando, cuando las circunstancias  en que vivimos se asemejan cada día un poco más a las que,  en los años treinta del  Siglo XX,   nos llevaron a la guerra civil en España  y  a la mundial  en Europa, a los males que nos acechan se ha sumado la locura de poner en riesgo la Unión Europea.

Hoy, cuando asistimos al retorno del fascismo, disfrazado de populismo de derechas y de izquierdas, cuando  los valores de la democracia son puestos el duda, cuando  el sistema de libre mercado  y la propia  existencia de la Unión Europea son cuestionados por los líderes fascistas europeos,  Gran Bretaña, que en el pasado ha  sido la  barrera frente al  totalitarismo y la gran defensora de la democracia, por obra de la mezquindad de un grupo de políticos ingleses, sí, solo ingleses, se dispone ahora a decidir si quiere seguir cumpliendo su gran papel en Europa o si quiere, con su salida de la Unión, poner en riesgo cierto el progreso y  el mantenimiento de la paz, sí, de  la paz, en Europa y también, con seguridad, en Gran Bretaña.

Europa, es cierto, tiene enormes  problemas, pertenecer a la Unión tiene muchos inconvenientes, pero si, comenzando por  el Reino Unido, comienzan a abandonarla  otras naciones, con altísima probabilidad, Europa  habrá  entrado en el mismo camino que, tantas veces en el pasado, nos ha llevado a  vivir en el infierno.

Nota:
Ahora mismo me preocupa  y me espanta que la extrema izquierda gane las elecciones de junio y  gobierne en España,  pero de un mal gobierno, aunque sea costoso,  se sale. Ahora bien, si los británicos  salen  de  la Unión Europea  no creo que  ese mal pueda repararse.

No hay comentarios: