domingo, 18 de junio de 2023

1072. DE LO DEL PRÓXIMO GOBIERNO DE ESPAÑA

 

Después de las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo, cuando la suma de los partidos de “las derechas”, Partido Popular y VOX, derrotó a la suma del doctor Sánchez, “las izquierdas” y los separatistas, no pocos españoles reflexionamos sobre el cómo y el por qué debe ser nuestro próximo gobierno.

Y, porque para interpretar el presente es preciso conocer el pasado, debemos recordar que, con indudable éxito e inmenso progreso  para la nación y sus gentes, durante los cuarenta años que van desde 1978 hasta 2018, hasta que accedió a la presidencia el doctor Sánchez, aunque con matices guerra civilistas en el mandato entre 2004 y 2011del presidente Rodríguez Zapatero, la gobernación del Reino de España ha estado en manos de eficientes políticos del centro político, unas veces, del socialdemócrata PSOE y otras del conservador Partido Popular.

Sin embargo, el mapa anterior, como consecuencia del atentado de Atocha en 2004 que llevó al poder al entonces socialdemócrata PSOE y la gran crisis de 2008 – 2014 que se lo devolvió al Partido Popular, sufrió un tremendo cambio: la extrema izquierda, ocupada hasta entonces por un partido comunista, IU, casi marginal, vio nacer con enorme fuerza una nueva formación, Podemos, de corte bolivariano que, por otro lado, dejó al PSOE muy debilitado; y la derecha quedó partida en tres grandes grupos, a la derecha VOX, muy pequeño al principio, un nuevo pujante y liberal Ciudadanos y un mermado Partido Popular. Resultado del nuevo mapa político fue el acceso, mediante una moción de censura primero, en 2018 y elecciones, en 2019, después, del doctor Sánchez y su gobierno de coalición con la extrema izquierda y el apoyo de todos los separatistas, incluidos los herederos del horror terrorista de ETA.

Pero, en estos tiempos de gran convulsión, el cambio no se detiene, va a más y lo hace hacia situaciones inimaginables por los ciudadanos y menos todavía, por los políticos. Así, el gobierno del doctor Sánchez ha alterado nuevamente el mapa político: ha conseguido, en la izquierda, llevar al PSOE más allá de la socialdemocracia, reducir a bolivarianos y comunistas, a casi nada; y fortalecer a la derecha, sobre todo al Partido Popular, eliminando a los liberales de Ciudadanos y haciendo más sólido el voto a VOX.

 Y, esto lo ha conseguido el doctor Sánchez en base a políticas orientadas a dividir y enfrentar a la sociedad española, a crear y mantener una fuerte confrontación izquierda – derecha, similar a la creada por las mismas izquierdas en la década de los años 30 del siglo pasado, que le permitiera mantener su indefinida  continuidad en el gobierno de España, y  todo ello mediante la aprobación de medidas legales contrarias del sentir del común de los ciudadanos de todas las ideologías, especialmente la derecha y el centro sociológico, tales como la supresión del delito de sedición, el indulto a los golpistas catalanes, las leyes del Sí es Sí o de Memoria Democrática, concesiones a los separatistas vascos herederos de ETA, subidas de impuestos, cambios en la política internacional y, sobre todo, sus permanentes ataques verbales a todo cuanto significa “la normalidad” y “el sentir” de la parte, importantísima, no radicalmente izquierdista o separatista, de la sociedad española.

Así, dicho lo anterior, llegamos al momento actual, junio de 2023, momento en que se están constituyendo los gobiernos autonómicos y municipales en función de los resultados de las elecciones del pasado 28 de mayo, estamos inmersos en la preparación de las elecciones generales del próximo día 23 de julio y, en mi opinión, muy necesario expresar lo que muchos españoles pensamos sobre  el  cómo y por qué deben ser los gobiernos que ahora nacen y el que salga de las urnas en las elecciones generales del próximo mes de julio.  

Y, en este punto, cuando parece evidente que esos nuevos gobiernos pueden y deben estar gestionados por la suma de los dos partidos de “derechas”, uno solo, el más grande, el Partido Popular, en la mayoría de los casos no puede hacerlo solo, aparece un curioso factor que acaso, aparentemente, puede distorsionar lo que, en principio, es obvio: el extraño complejo de una parte de influyentes políticos populares  y de votantes que dudan,  se resiste al pacto con los de VOX y ello  por cuanto este partido está marcado, aunque no lo es, por la presión mediática socialista y comunista, desde su nacimiento, como “ultraderechista” y “fascista”, gracias a la intensa  presión  y constante  propaganda mediática socialista y comunista que,  segura de su superioridad moral, intenta dividir y mantener dividida y débil a la derecha,

Así, se da la paradoja de que los políticos y ciudadanos de “centro y de derechas” que han comprado “valores” y “creencias”, en gran parte falacias, solo se sienten seguros cuando reciben “la bendición” de intelectuales y políticos socialistas y comunistas. Necesitan el aplauso de quienes no les han votado y no les votarán nunca, de esos que, desde su manida superioridad moral y siendo enemigos acérrimos de la Iglesia o del cristianismo en general, aplauden a los jerarcas eclesiásticos cuando alguno de ellos manifiesta opiniones contrarias a las de la mayoría de los creyentes.

Y no, en mi opinión, esa creencia de que “las derechas” necesitan permiso de  “las izquierdas” en su toma de decisiones, a pensar de la indudable debilidad intelectual que es propia de nuestra clase política, no debe pesar y no pesará en la obligación de los partidos del Partido Popular y VOX de pactar gobiernos de derechas para corregir y superar los grandes males que ha causado en España el doctor Sánchez en su indecente gestión de la coalición social comunista; la razón es triple: en primer lugar, los ciudadanos de “centro y de derechas”, en este año de 2023, han votado y van a votar  con el fin primario de “echar a Sánchez”; en segundo lugar,  el ansia de poder es absolutamente irresistible para los políticos de todos los colores  y ahora, los de derechas, jamás van a perder la oportunidad de gobernar aunque “sea un horror”, pactar con alguien que piensa casi del todo lo mismo que ellos; y, en tener lugar, los políticos saben que, si  ahora no pactan, sus votantes se van a enfadar mucho con ellos y eso puede significarles la ruina.

Así, en resumen, pienso que será, y será bueno que el Partido Popular y Vox pacten un gobierno realmente de derechas, sin concesiones a la “superioridad moral”, que no la tiene, de las izquierdas.

 

Nota: los logotipos que ilustran esta entrada están tomados de Internet.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante! Creo fundamental que gobiernen en coalición ! El PP ha tenido buenas meteduras de pata que , en mi opinion , es la razón por la que surge VOX . Espero que el próximo gobierno PP + VOX consigan enderezar España. Sánchez es lo peor que nos ha podido pasar