viernes, 8 de agosto de 2025

1194. COSAS DE VIEJO: DE LA RECIPROCIDAD

 

El Ayuntamiento de Jumilla ha prohibido la celebración de actos religiosos islámicos en instalaciones deportivas municipales y la comunidad musulmana de Jumilla ha entrado en “shock” por el el veto de estos actos, “quieren que sus hijos se sientan identificados con su cultura”.

Y, como es natural, “la progresía” nacional, esa que ve bien y participa en la muy dura crítica, incluso en actos blasfemos contra la Iglesia católica y sus fieles, ha puesto el grito en el cielo.

Como sé poco del tema, no me he resistido a la idea de preguntar a Copilot, Inteligencia Artificial de Microsoft y, a continuación, reproduzco lo que me ha contestado.

Sobre Marruecos, lugar de donde proceden la mayor parte de los musulmanes que viven es España, dice: “Aunque Marruecos es oficialmente un país musulmán, permite cierta práctica cristiana, especialmente entre extranjeros. Sin embargo, los cristianos marroquíes conversos enfrentan obstáculos significativos: Hay iglesias católicas y protestantes en ciudades como Rabat, Casablanca y Tánger, pero están dirigidas principalmente a expatriados. Los marroquíes conversos practican su fe en casas particulares, ya que asistir a iglesias puede generar represalias sociales o legales. Prohibición del proselitismo: Está penado por ley. Distribuir biblias o hablar abiertamente de la fe cristiana puede llevar a deportaciones (en el caso de extranjeros) o arrestos.

En Arabia Saudita, Argelia e Irán, las manifestaciones públicas de la fe cristiana están severamente restringidas o prohibidas. En estos países, el cristianismo no tiene reconocimiento oficial y las prácticas religiosas cristianas deben llevarse a cabo en privado para evitar represalias legales o sociales.

En Arabia Saudita, por ejemplo, el proselitismo está penado por ley, y distribuir biblias o hablar abiertamente de la fe cristiana puede llevar a deportaciones (en el caso de extranjeros) o arrestos. En Irán, las leyes de blasfemia y apostasía son muy estrictas, y convertirse al cristianismo desde el islam puede ser considerado un delito grave, incluso castigado con la muerte. En Argelia, aunque hay una pequeña comunidad cristiana, las restricciones legales y sociales hacen que las manifestaciones públicas de la fe sean muy limitadas.

En general, las procesiones cristianas, como las que se celebran en Semana Santa, son extremadamente raras en estos países y, en muchos casos, están prohibidas o se realizan de forma muy discreta. Esto se debe a varios factores, incluyendo la presión social, la persecución y las restricciones legales”.

 

Y, ahora, mi conclusión: el trato que deberían recibir en España  las manifestaciones públicas islámicas habría de ser el mismo que reciben las manifestaciones públicas cristianas en los países musulmanes. Y creo que no hacerlo así es porque  somos más tontos que Picio o queremos que nos coman.


 


2 comentarios:

Antonio Regidor dijo...

Estoy totalmente de acuerdo, cuando vemos en la calle pública una aglomeración rezando , todos callados y sin romper la convivencia ciudadana, puede entenderse como libertad de expresión, pero en polideportivo ya es distinto, los altavoces y actitudes resultan, como si digeramos “proselitistas”.
No digamos nada de equiparar derechos, es una falacia, nunca su fe aceptará cesiones de exclusividad.

Anónimo dijo...

Habrá problemas. Ya han empezado . Y todo por falta de previsión ydogmatismo.