El Ayuntamiento de Jumilla ha prohibido la
celebración de actos religiosos islámicos en instalaciones deportivas
municipales y la comunidad musulmana de Jumilla ha entrado en “shock” por el el
veto de estos actos, “quieren que sus hijos se sientan identificados con su
cultura”.
Y,
como es natural, “la progresía” nacional, esa que ve bien y participa en la muy
dura crítica, incluso en actos blasfemos contra la Iglesia católica y sus
fieles, ha puesto el grito en el cielo.
Como
sé poco del tema, no me he resistido a la idea de preguntar a Copilot, Inteligencia
Artificial de Microsoft y, a continuación, reproduzco lo que me ha
contestado.
Sobre
Marruecos, lugar de donde proceden la mayor parte de los musulmanes que viven
es España, dice: “Aunque Marruecos es oficialmente un país
musulmán, permite cierta práctica cristiana, especialmente entre extranjeros.
Sin embargo, los cristianos marroquíes conversos enfrentan obstáculos
significativos: Hay iglesias católicas y
protestantes en ciudades como Rabat, Casablanca y Tánger, pero están dirigidas
principalmente a expatriados. Los marroquíes
conversos practican su fe en casas particulares, ya que asistir a iglesias
puede generar represalias sociales o legales. Prohibición
del proselitismo: Está penado por ley. Distribuir biblias o hablar abiertamente
de la fe cristiana puede llevar a deportaciones (en el caso de extranjeros) o
arrestos.
En Arabia Saudita, Argelia e Irán,
las manifestaciones públicas de la fe cristiana están severamente restringidas
o prohibidas. En estos países, el cristianismo no tiene reconocimiento oficial
y las prácticas religiosas cristianas deben llevarse a cabo en privado para
evitar represalias legales o sociales.
En Arabia Saudita, por ejemplo, el
proselitismo está penado por ley, y distribuir biblias o hablar abiertamente de
la fe cristiana puede llevar a deportaciones (en el caso de extranjeros) o arrestos.
En Irán, las leyes de blasfemia y apostasía son muy estrictas, y convertirse al
cristianismo desde el islam puede ser considerado un delito grave, incluso
castigado con la muerte. En Argelia, aunque hay una pequeña comunidad
cristiana, las restricciones legales y sociales hacen que las manifestaciones
públicas de la fe sean muy limitadas.
En general, las procesiones
cristianas, como las que se celebran en Semana Santa, son extremadamente raras
en estos países y, en muchos casos, están prohibidas o se realizan de forma muy
discreta. Esto se debe a varios factores, incluyendo la presión social, la
persecución y las restricciones legales”.
Y, ahora, mi conclusión: el trato
que deberían recibir en España las manifestaciones
públicas islámicas habría de ser el mismo que reciben las manifestaciones
públicas cristianas en los países musulmanes. Y creo que no hacerlo así es
porque somos más tontos que Picio o queremos
que nos coman.
2 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo, cuando vemos en la calle pública una aglomeración rezando , todos callados y sin romper la convivencia ciudadana, puede entenderse como libertad de expresión, pero en polideportivo ya es distinto, los altavoces y actitudes resultan, como si digeramos “proselitistas”.
No digamos nada de equiparar derechos, es una falacia, nunca su fe aceptará cesiones de exclusividad.
Habrá problemas. Ya han empezado . Y todo por falta de previsión ydogmatismo.
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