jueves, 15 de agosto de 2013

502. SI YO FUERA EGIPCIO, SIN DUDA ALGUNA ESTARÍA CON EL GOBIERNO MILITAR



Los disturbios callejeros en El Cairo que, como consecuencia del golpe militar del 3 de julio, están organizando  los  radicales islamistas (los “Hermanos Musulmanes”) partidarios del depuesto presidente Morsi, han producido ya  cientos de muertos.

Además, está dentro de lo posible que en los próximos días, acaso en  las próximas horas,  la propuesta “popular” de los islamistas añada cientos e incluso miles de nombres a las listas  de heridos y  muertos, Incluso es posible,  Dios no lo quiera, que las protestas terminen en  una guerra civil similar o peor que la que se vive en Siria.

Los Hermanos Musulmanes  son  un conglomerado  político, social y sobre todo religioso, de radicales islamistas, que lleva muchos años embarcado en una Guerra Santa (múltiples atentados de todo tipo, con el asesinato  de turistas extranjeros, de cristianos coptos y, ya en 1981 el asesinato de Presidente Sadat)  para imponer la ley islámica a los 84 millones de egipcios.

Los Hermanos Musulmanes, que aprovecharon con enorme habilidad las protestas populares de la plaza  "Midan Tahrir"  de  2011 en demanda de libertad política, liderados por su cabeza visible, el  expresidente Mohamed Morsi, ganaron las elecciones de 2012 y, durante el año que va del 30 de junio de ese año hasta el 3 de julio de 2013, fecha del golpe militar, han trabajado con fuerza y progresiva intensidad para transformar Egipto en una nueva República Islámica regida por la Sharia.

En estos momentos, hoy,  los Hermanos Musulmanes expulsados del poder por los militares egipcios, que como sus homólogos turcos, son laicos y no islamistas, se han enfadado muchísimo, han organizado protestas  en las calles  y, con enorme violencia,  están tratando de conseguir mártires para mover a la población a favor de su retorno al poder y a la imposición definitiva de la Sharia.

La sociedad egipcia sabe muy bien que si los fundamentalistas islámicos retornan al poder el cambio en Egipto será total, todo será como en Irán, con sus  clérigos radicales, como el Afganistán de los talibanes o los muchos lugares en los que, con las armas, se ha impuesto el Islam radical.
 

Y, yo, si fuera egipcio, no tengo ninguna duda, apoyaría a los militares para que impidan, por todos los medios, que los Hermanos Musulmanes, el islamismo radical, vuelvan al poder en Egipto.

Incluso, si antes o después los militares impulsan  nuevas elecciones, yo les pediría que antes de convocarlas, prohíban  presentarse a cualquier formación política cuya ideología suponga la más leve posibilidad de ser tolerante con el islamismo radical.

Y, ¿Es esto antidemocrático? ¿Es antidemocrático que el nacional socialismo este fuera de la Ley en Alemania? ¿Es antidemocrático dejar entrar en tu casa a un monstruo  que, sin remisión posible,  te va a esclavizar de por vida?

Pues eso, si yo fuera egipcio y aún no siéndolo, sin duda alguna estaría y estoy,  con el gobierno militar y en contra de los Hermanos Musulmanes y de cuantos estos representan.

Y espero, para el bien de todos nosotros, que los países occidentales no confundan “elecciones democráticas”  con “un buen camino para implantar el islamismo radical” a millones de egipcios ahora y a quien menos se lo espere, quizá mañana. Y, que no diga nadie que la fuerza que están usando los militares egipcios  contra los “guerreros del Islam”  que  hacen en las calles la Guerra Santa,  es “desproporcionada”, como ya algunos  muy  cínicos políticos occidentales,  afirman  para complacer quien sabe a quién,

1 comentario:

Anónimo dijo...

ni islamistas ni hermanos musulmanes
donde haya islam hay un cancer social