jueves, 5 de febrero de 2015

666. OCHO CUMPLEAÑOS

He  vivido muchos  y,  porque son  irrepetibles, disfruto mucho los días  de mi cumpleaños.

Ahora, ayer, el 71, ¡áspero!,  son muchos años, tiene el 1, y seguro que  haré algo para merecer la fortuna de vivir.

Hace diez años, el 61, menos áspero pero nada fácil  y quedaba  mucho por hacer.

Hace veinte, el 51, ¡estupendo!, tenía ilusiones y mucha  fuerza, estaba en plenitud.

Hace treinta, el 41, ¡fantástico!, “había llegado y seguía subiendo”, tenía tres hijos, no lo sabía, pero empezaba lo mejor.

Hace cuarenta, el 31, ¡qué  maravilla!, planté un árbol, publique un libro y,  ¡que fortuna!, un años antes me había casado y  tuve un hijo,

Hace cincuenta, el 21, un año extraordinario, digno de recordar, el año fácil en mitad de la carrera, salí al extranjero,  vi  por primera una persona de raza negra y aprendí mucho

Hace sesenta, el 11, ¡ya era mayor!, iba en el tren yo solo al colegio, tenía hermanos y amigos;  leía,  mi padre me decía qué libros  me iban  a gustar y debía leer.

Hace setenta, el 1, no tengo recuerdos de ese día, pero sé que mis padres  hicieron una gran fiesta y que mi padrino me regaló un precioso caballo de cartón piedra en el que me podían  subir y yo  casi cabalgar. Era un niño muy feliz.


¡Qué gran satisfacción cumplir tantos  y  recordar el camino recorrido en los cumpleaños! 

No hay comentarios: