jueves, 7 de enero de 2016

714. SÍ, A MI CASA Y A MUCHAS CASAS, HAN VENIDO LOS REYES MAGOS

Todavía  emocionado  por la venida ayer  de los Reyes Magos, escribo estas líneas para no olvidar esta maravillosa   visita de  Melchor, Gaspar y Baltasar  a mi casa y, seguro, a muchas casas de España.

Como este año, desde que alcanza mi memoria, primero en casa de mis padres y más tarde en la mía, todos los años,  sin faltar ninguno, aprovechando la noche, cuando estábamos  dormidos, uno, dos o los tres Reyes Magos, sin hacer ruido, han entrado en casa, han entrado en el salón y con  la luz del árbol,  primero han mirado el Nacimiento y luego  nuestros muy limpios  zapatos, luego han sacado de  sus sacos los regalos  y  han  puesto, con mucho amor, a cada los suyos, sin equivocarse nunca, junto a  cada zapato; luego, estoy seguro, para descansar un poco, se han sentado en los sillones grandes, han comido  unas figuritas de mazapán, y un poco de turrón, se han bebido las copas que les habíamos preparado antes de irnos a la cama y, más tarde, ya repuestos, se han marchado, para seguir dejando regalos, a otras casas.

Sí, a mi casa ayer, como todos los años, han venido los Reyes Magos. Son tan buenos los Reyes Magos que incluso los años en que estaba solo, lejos de casa, cada Noche de Reyes yo ponía  mi zapato y, por la mañana, siempre tenía algún regalo.

Que ¿qué me han traído  los Reyes Magos? 

Cosas, algunas cosas: Me han traído  cosas útiles o inútiles, muchas o pocas cosas,  cosas valiosas o que valen nada, pero absolutamente  todas,  como siempre, están impregnadas de ese maravilloso e inaprensible aroma que es el amor.

Y, junto a las cosas, envolviendo las cosas  los Reyes Magos, me han traído otro regalo de inmenso valor: La ilusión de ser niño, la alegría de sentir  el amor  de  mi  familia, de mis padres, de mi mujer, de mis hijos, de mis nietos,  de  todos los niños del mundo y de quienes, teniendo años, con los Reyes Magos, se han sentido  niños.

Sí, a mi casa y a muchas  casas ayer, porque creemos en ellos,   han venido los Reyes Magos y, estoy seguro, volverán a venir, Melchor y Gaspar en sus caballos y Baltasar en su  camello, el próximo año.

Realmente, me da mucha pena que haya casas que, porque no creen en los Reyes Magos, los padres tengan  ir a la tienda, comprar regalos   y ponerlos en los zapatos de sus hijos, como si fueran ellos los Reyes Magos.

No hay comentarios: