martes, 29 de julio de 2025

1193. COSAS DE VIEJO: DE CORNUDOS, CONTENTOS Y APALEADOS


Cuando pienso, y no dejo un instante en hacerlo desde hace un par de días, en el acuerdo o rendición, alcanzado entre los Estados Unidos y la Unión Europea en la “guerra de los aranceles” mi alma entristecida se sume en un  desesperanzado infierno de impotente ira.

El maleducado angloamericano primero, a nosotros, ¡cornudos!, dejó de amarnos; luego enarboló un enorme palo y amenazó con darnos, ¡nos asustamos!; ¡lo que tú quieras, mí Señor, por favor, no seas malo!, imploramos; gruñó lo que quería, lo entregamos y, ¡qué respiro!, nos quedamos  tranquilos, desarrapados, muy contentos y apaleados.

La Unión Europea está herida de muerte, no ha durado un siglo y el anglo, sin necesidad de luchar, con solo mostrar su palo, le ha matado.

¡Otra vez lo ha conseguido! ¡en doscientos años, después de  matar el Imperio, otra vez nos ha vencido y estamos contentos, cornudos y apaleados!

Y, en mi infierno de impotente ira, del todo desolado, me pregunto: ¿para evitar futuras venganzas, el anglo envenenará a los niños después de esta  batalla sin armas?

¡Que gran desgracia es devenir de hombre honrado en cornudo, contento y apaleado!


Nota: la imagen que ilustra esta entrada está tomada de la BBC, en Internet




viernes, 25 de julio de 2025

1192. COSAS DE VIEJO: DE LA BATALLA DE CLAVIJO

 

Uno de los mejores y más fuertes de los recuerdos que guardo de mi infancia es mi intensa emoción escuchando, yo tenía siete u ocho años, a doña Vitalina, con una estampa del Apóstol Santiago, del Patrón de España, en la mano, la batalla de Clavijo.

Sí, mi maestra me lo explicó muy bien, tanto que todavía veo ante mis ojos la imagen de la estampa y resuenan en mis oídos sus palabras: allá en el año 844 Ramiro I, el rey cristiano de Asturias, en Clavijo, se enfrentó  al gran Abderramán II, Califa de Córdoba y, cuando lo tenía  todo perdido, con la ayuda del Apóstol Santiago, aparecido de pronto en la batalla montado sobre un caballo blanco y enarbolando una gran espada, derrotó al poderoso musulmán.

Y sí, aquel relato es quizá uno de los pilares sobre los que se asienta mi orgullo de ser hijo y  parte de la Reconquista, de ser cristiano y de ser español.

Evidentemente hoy sé que la batalla de Clavijo  y la presencia en ella del  Apóstol  Santiago son un mito creado entre los siglos XI y XII, para estimular el espíritu y el ansia de victoria de los cristianos de la época en sus constantes guerras frente al islam. 

Sin embargo, también sé que, aún hoy, en los mitos del pasado y en los sueños compartidos de futuros ideales  se encuentran las bases del éxito o del fracaso de los hombres y de los pueblos.

Por ello, en esta época, cuando los españoles nos arrastramos, desde hace doscientos años, casi del todo vencidos, doy gracias al cielo y a los sabios que imaginaron la batalla de Clavijo porque quizá en ella todavía se guardan  rescoldos de un fuego que, abrasando nuestras almas, con la ayuda del Apóstol Santiago, Santiago Matamoros, vuelva a hacer grandes y unidos a los españoles de todas las Españas.   

 

Nota: la imagen que ilustra esta entrada esta tomada de Del toro al infinito, en Internet










miércoles, 23 de julio de 2025

1191. COSAS DE VIEJO: "EL SILENCIO ANTE EL SUFRIMIENTO ES UNA TRAICIÓN A LA CONCIENCIA"


Sí, el silencio ante el sufrimiento es una traición a la conciencia, es una gran verdad que, tras su visita a Gaza, han gritado a mis oídos el cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén y Teófilo III Primado de la Iglesia Ortodoxa de Jerusalén.

Y, arrepentido y avergonzado por mi silencio de muchos días ante lo que bien sabía que el ejército de Israel, por mandato de su gobierno, estaba, está haciendo en Gaza, ¡un genocidio!, uno mi grito de protesta al de los patriarcas de Jerusalén.

No, aunque siento como mía la lucha del pueblo elegido  por tener y mantener el Estado de Israel, la Tierra Prometida, no puedo seguir, en culpable silencio, comprendiendo en mi corazón y sin protestar, el genocidio, la locura homicida en que ha caído el gobierno  de Israel y una parte de los judíos que lo apoyan, en el país y en el mundo.  

Y, con angustia, con dolor de corazón, y propósito de la enmienda, me pregunto, ¿Qué puedo hacer yo, yo  personalmente,  para detener el genocidio de Gaza?

Y, tengo que reconocerlo, no lo sé o, acaso, no quiero saberlo, me resisto a ver destruido el Estado de Israel, me espanta una nueva diáspora, pero si continúa el genocidio de Gaza, en conciencia deberé aceptar y hasta apoyar que,  en este terrible caso, como dijo Jesús a Pedro, los dos eran judíos, el que a hierro mata, a hierro muere.

 

 

 

 

 

 

 

martes, 22 de julio de 2025

1190. COSAS DE VIEJO: DEL ¡NO HAY QUE VOTAR A VOX, SI GANAN NOS VAN A ECHAR!

                                                                                   

El Gobierno del doctor Sánchez, además de no estar haciendo nada para ayudar a los inmigrantes hispanos en el drama que están viviendo en Estados Unidos,  y facilitar la entrada en España de magrebíes y subsaharianos, está tratando, y quizá consiguiendo, para las próximas elecciones, el voto de los hispanoamericanos en España.

En estos días, luego de los acontecimientos, malos, en Torre Pacheco, el  grito ¡No hay que votar a Vox, si ganan, como en Estados Unidos, nos van a echar!, se repite una y otra vez en el pensamiento y en las palabras de miles, millones quizá, de hispanos, y  también de magrebíes y subsaharianos en toda España.

Ya lo sabemos, el doctor Sánchez para mantenerse en el poder, es capaz de todo y esto, sin duda alguna, es un éxito en la campaña del doctor Sánchez para obtener votos en las próximas  elecciones, y es también resultado de una demoníaca manipulación, usando el miedo, de los sentimientos de millones de personas para confundir sus ideas y ganar sus voluntades.

Y, para contribuir a clarificar lo que realmente está sucediendo con la inmigración hispana, explicaré a continuación el muy duro y complejo proceso que sigue cualquier hispanoamericano para venir y quedarse en España.

Primero: en casa, en Venezuela, en Nicaragua, en Ecuador, o en cualquier lugar de América, porque lo está pasando mal o porque quiere mejorar, alguien, hombre o mujer, decide emigrar; entonces piensa dónde, en el extranjero, tiene familia, amigos o conoce a alguien que le pueda ayudar. 

Segundo: ya tiene el contacto en España, este le acogerá; toma todos sus ahorros, incluso pide prestado dinero, viene a España como turista y cuando termina su estancia legal, se queda aquí, ilegal.

Caso distinto pero similar, es el de estudiantes hispanos que vienen a España para completar su formación y deciden, cuando terminan, en lugar de volver a casa, quedarse irregularmente acá. Entonces su situación es igual que la de quien llego directamente con intención de trabajar.

Tercero: el inmigrante, como todos, para vivir, tiene que trabajar, y lo hace, como puede, ¡hay trabajo!, pero siempre sin papeles, con muchos miedos e irregular. Así tiene que estar dos años y, cuando los cumple, tiene que conseguir un contrato de trabajo, ¡no es fácil!, y solicitar la residencia legal, que se tarda en lograr más o menos un año adicional. Además, como es sabido, los inmigrantes ilegales están cubiertos por la sanidad pública y tienen ayudas de Cáritas y otras ONGs,

El caso de los profesionales, incluso los que han completado sus estudios en España, médicos, enfermeras, por ejemplo, tiene otra complicación: para ejercer legalmente su profesión  requieren la homologación de sus títulos que, cumpliendo todos los requisitos, ¡aun siendo necesarios!,  puede demorar varios años más.

Cuarto: teniendo ya la residencia legal, pasados otros dos años, los hispanos pueden hacer el examen de nacionalidad y, una vez aprobado este, pedir la nacionalidad española, que se les otorga alrededor de un año después. Y, a partir de ese momento son españoles con todos los derechos y pueden solicitar, para sus hijos, nacidos fuera de España, la nacionalidad. 

Quinto: con el tiempo, no demasiado, los antiguos emigrantes  y sus hijos, porque tiene la misma cultura, quedan integrados por completo en la sociedad española.


Evidentemente, el proceso es largo, complejo, doloroso y está inserto en una nube de miedos que padecen los inmigrantes y, con voluntad suficiente, bien se podría mejorar;  pero, el miedo guarda la viña, y el Gobierno del doctor Sánchez mantiene el sistema, asegurando que las derechas  quieren expulsar a todos los inmigrantes, ellos lo creen, garantizarse en las próximas elecciones  los votos de los españoles que  fueron inmigrantes y sus allegados.

¿Qué dicen las derechas a todo esto? Vox que hay que regular la inmigración, pero, teniendo razón lo explica peor que mal, y parece que quiere para los inmigrantes todos los males y más. El Partido Popular, empieza a decir algo similar, pero, por si acaso, bajito y también  mal. 

¿Qué pienso yo? Es sencillo, nosotros somos igual de hispanos que nuestros hermanos de América, la situación actual es una barbaridad que solo, si no hacemos nada, puede empeorar, por ello tenemos que afrontar el problema, ¡es muy, muy difícil!,  entre todos, los de aquí y los de allá, con generosidad.

 

NOTA: el caso de los inmigrantes no hispanos, sobre todo magrebíes, aunque es similar, difiere cualitativamente por la llamada  a venir ilegalmente y las ayudas que el Gobierno del doctor Sánchez concede a cuantos no profesan la religión católica y practican el islam. Y aquí, en este punto concreto, en la llegada masiva de estos inmigrantes, es donde está el mayor peligro para nuestra sociedad, y que, ciertamente, deberíamos evitar.


lunes, 14 de julio de 2025

1189. COSAS DE VIEJO: DE LA QUIZÁ INEVITABLE CORRUPCION


Pasados varios días desde el 9 de julio de 2025, no dejo de pensar en el acto que tuvo lugar en el Congreso de los Diputados del Reino de España, y que, aunque anunciado como sesión de control al Gobierno, resultó ser una mala comedia disfrazada de sainete sin gracia, vulgar y populachera.

Los políticos asistentes, como monas, todos vestidos de seda, exhibieron sus vergüenzas y, para regocijo del vulgo, se insultaron con palabras tan sucias y gruesas hasta que los labios, bien  pintados de rojo, se les pusieron negros; y sí, ¡qué gran detalle!, también se vieron salir de las bocas de Sus Señorías  lenguas, bífidas y serpentinas, cazando y tragando, diligentes, muchos, muchísimos, sapos, dislates y  otras muy olorosas porquerías.

Sin embargo, porque la memoria de los viejos es larga, de todo cuanto tuvo lugar en la Sede de la Soberanía Nacional, hay algo que, como  nieto de Roma e hijo de las Españas, ilumina mi pensamiento y me  hace renacer a la esperanza. Me refiero a la muy densa nube de corrupción que, especialmente en los últimos años, llena la atmósfera de nuestro devenir diario y, estoy convencido, sin solución definitiva, puede ser mucho menor.

Y  sí, me digo, los seres humanos, desde que el mundo es mundo, por ambición de poder, dinero, e incluso amor, somos capaces de saltarnos las reglas de la convivencia y, convirtiendo las debilidades, las propias y las ajenas, en oportunidad, conseguir lo que queremos usando eso que llamamos corrupción.

Hasta en China, ¡en China!, donde, en nuestros días, se mata y publica la muerte de quien corrompe o es corrompido, ¡ah, la ambición!, hay corrupción.

Pero, volviendo a nuestro caso, confirmando el hecho, y, sobre todo, la muy clara aceptación social de la corrupción, recuerdo párrafos completos del Lazarillo, de Guzmán de Alfarache y no pocos versos del brillante y áspero Francisco de  Quevedo.

Sí, desde el Siglo de Oro, y seguro antes, porque es humano, vivimos unas veces en las puertas y otras dentro de la corrupción.

Y, me digo, era, es tan grande la tentación de corromper o ser corrompido que ni el temor al infierno, cuando existía el infierno, ¡ah, la confesión!, podía, puede evitarla.

Entonces, ¿qué hacer? Como siempre, es bueno mirar al pasado y ver. Todos sabemos que la corrupción más peligrosa es la de quien tiene el poder y durante casi trescientos años los españoles de todas las Españas, controlando a los poderosos, porque sí, el miedo guarda la viña, los Juicios de Residencia, ¡eran tremendos!, la pudieron contener.

¿Alguien cree que un doctor, un ministro, un alcalde, un funcionario, cualquiera en situación de corromper o ser corrompido, si sabe que, al terminar su mandato, acusado por cualquiera, ante un juez que le puede quitar sus bienes, los de su familia también, y entrar de por vida  en la cárcel, antes de hacerlo, no se lo va a pensar dos veces?

Evidentemente la tentación es tan grande que, como en la China de hoy, habría quien corrompiera o se dejase corromper, pero, estoy seguro, de que lo que hoy es una nube muy negra, sería apenas una neblina entre escasa y nada.

Nota: la imagen que ilustra esta entrada está tomada de confilegal, en Internet.






martes, 8 de julio de 2025

1188. COSAS DE VIEJO: DEL EGOISMO DE LOS ENFERMOS Y LA AMABILIDAD


Sorprendido por el inesperado y desagradable ataque de una infección, he pasado unos días internado en Puerta de Hierro, el buen hospital donde, con su buen hacer, han reparado los daños y, con alguna cicatriz adicional, me han dejado en condiciones para seguir viviendo, al menos, algún tiempo.

La experiencia, adornada por el recuerdo del grave percance que sufrí el año pasado, ha sido áspera. Sin embargo, independientemente de la importancia de la infección, normal en los años finales de cualquier viejo, con la ayuda de mi hermano Mario, he descubierto en estos días algo que, aunque es obvio, desconocía.

Pues sí, he descubierto el Mediterráneo: yo, como cualquier persona cuando llega la enfermedad tiendo al egoísmo y, cuando la enfermedad es grave mi egoísmo es absoluto, olvido a los demás, solo me importan los dolores y lo mal que estoy. Y, parece que esto es bueno, ya que concentra toda  la atención del cuerpo enfermo en el esfuerzo, inconsciente, de recuperar la salud y volver a la vida normal.

Y, aunque en esta ocasión mi egoísmo no ha sido absoluto, me preocupaba mucho dar la lata a mis hijos y a mis hermanos, he de decir que mi nivel de egocentrismo ha sido indecente: hasta me he enfadado, y mucho, con una pobre mujer que, seguro sin mala voluntad, ha pretendido que hiciera algo que, por su forma de mandarme, ¡indecente orgullo!, me he negado a hacer.

Por supuesto, mi reacción, fruto de indecente egoísmo, ha sido absurda e inútil, hubiera sido mucho mejor ser amable, siempre se consigue más y mejor con buenas palabras que con agresividad  y prepotencia.

Y, tengo que reconocerlo, lamento mucho mi mal e ineficiente comportamiento; aunque es verdad que, a veces, se puede confundir el ser amable con debilidad, esto carece de importancia  porque el riesgo es insignificante al lado de lo que se consigue de los demás dando importancia a sus virtudes y obviando sus defectos, y lo que ello incide positivamente en la voluntad, más o menos inconsciente, de agradar a quien te halaga.

Sí, es evidente que la enfermedad es mala para todo e inclina al egoísmo, sin embargo, si vuelvo a tener que dormir en una cama de hospital, aunque solo sea por ese simple egoísmo, ahora que estoy mejor y tengo conciencia de ello, me prometo, por la cuenta que me tiene, ser amable incluso con quien no lo sería estando bien de salud.  


lunes, 7 de julio de 2025

1187. COSAS DE VIEJO: DE LA BODA DE ISABEL Y JAVIER


El pasado sábado, 5  de julio de 2025, fue la boda de mis sobrinos Isabel y Javier, un gran acontecimiento familiar.

Y, quizá porque mi mala salud impidió que estuviera presente en la ceremonia, en estos días no he dejado de pensar, alegrándome con ellos, en Isabel, en Javi, en su matrimonio y en lo muy importante que es, para los dos y para toda la familia, la declaración pública de su amor y su firme propósito de vivir juntos toda la vida.

Sí, es una gran verdad que el enamoramiento pasa y que, para que el amor se mantenga, ¡es un milagro!,  hay que cuidarlo mucho; hay tiempos en que, por buenos, apenas somos conscientes de nuestra felicidad y tiempos difíciles, aparentemente sin salidas, llenos de dolor; pero, lo aprendemos de viejos, en  el gozo  de los días buenos y en superar los menos buenos, está la continuidad y el crecer  del amor.

Y, pensando en Isabel y Javi, pido al Cielo que, cuando pasen los años y recuerden el día, ¡inolvidable!, de su boda, puedan descubrir, con alegría, que el amor que hoy sienten es tan solo una pequeña llamita que, entre los dos, han sabido convertir en un inmenso, precioso y  eterno fuego.  

Isabel, Javi, os quiero.