jueves, 25 de junio de 2009

268. ESTAR A DIETA



Llevo días pensando en escribir sobre la situación, probablemente irreversible del régimen fundamentalista islámico de Irán. Debería escribir sobre ello, pero no puedo.



Me urge comentar las oportunidades que la producción de litio abre, si no las matan sus gobernantes, para Bolivia. Sin embargo, no me siento con fuerzas para profundizar en el tema.


Me interesa el síntoma que para la economía del mundo es la aparición de máquinas automáticas para la venta de oro en láminas en algunos aeropuertos. Me encanta, debería escribir sobre ello, pero no puedo.


Circulan por mi cabeza ideas, más o menos viables, para buscar trabajos concretos, en cualquier parte, para personas y empresas que lo necesitan. Y hablo, la red es mágica, con amigos de todas partes, para explorar mis ocurrencias. Comentar los progresos acaso sería bueno, pero no me animo a ello.


Empleo mucho tiempo en avanzar en el diseño de modelos para el diagnóstico se situaciones en las empresas y optimizar los tiempos y la eficiencia en consultoría para incrementar la eficiencia de la gestión, que es en este momento de crisis una de mis mayores preocupaciones. Pero, como opublicar es parte del trabajo ya llegará el tiempo de ello.


Recomiendo todos los días leer, releer La rebelión de Atlas y empezar a pensar seriamente en las ideas de Ayn Rand. Está todo escrito, no es preciso añadir nada.


No pienso ni escribo ya, es aburrido e inútil, en las barbaries sin sentido del gobierno de España, que elegido por nosotros, nos arrastra, al gusto de Su Excelencia, a toda prisa, al fondo de un inmenso precipicio..


Sin embargo, hay algo que en estos tiempos difíciles ocupa, casi cada instante, mi pensamiento: El peso, el estar a dieta, en bajar gramo a gramo, mucho peso.


Sí, estar a dieta, pasada la etapa de obesidad, poco a poco bajar todo o casi todo el exceso de peso, es la máxima constante de mi pensamiento.


Estar a dieta, comer cinco veces al día pero casi no comiendo. Comprobar que sí me puedo poner viejas camisas o me falta un poco o dejar de lado el caramelo...



Mirar y remirar por la calle a flacos y gordos, recordar que hubo un tiempo en que comer no me engordaba, Pensar en tanto esfuerzo para comer menos, cuando tantas gentes comen nada…no me consuela tampoco nada.


Sí, hoy por hoy, casi me da vergüenza, y espero que no será por mucho tiempo, el hecho deestar a dieta, aunque me adelgace el cuerpo, me llena casi todo el cerebro y empiez a invadir mi alma.


1 comentario:

G. España dijo...

Apreciado José Luis:

Tú lo sabes bien: " Los que siembran con lágrimas, segarán cantando."

Ánimo y paciencia. No sé cuanto llevas, no te servirá de ayuda pero estoy pasando mi propio "calvario", son ya 11 dias sin fumar y lo llevo peor esta semana que la anterior. Tengo esperanzas en los 21 días que dicen marca la frontera entre lo que ya es hábito y lo que no...
Un abrazo,
G.España
PS No me olvido que tenemos una comida pendiente. Cuando quieras.