martes, 14 de noviembre de 2023

1098. COSAS DE VIEJO: LA IMPUNIDAD NO EXISTE, EL DOCTOR SÁNCHEZ TERMINARÁ MAL.

 

En su camino hacia la Jefatura del Estado como presidente de la III República Española, pasado mañana el doctor Sánchez será investido como presidente del Gobierno del Reino de España.

Y, como es notorio, será investido porque, usando múltiples artimañas legales y sin quebrar la letra, ha violado el espíritu de la Constitución de 1978.

Por supuesto, el mal que ha hecho, está haciendo y hará en el futuro el doctor Sánchez, por gracia del contenido de la Constitución, no es un delito y, por tanto, no será perseguido ni será castigado por las leyes españolas, es decir, los grandes males obra del doctor Sánchez quedarán impunes.

Sin embargo, aunque lo anteriormente es cierto, solo lo es en tanto se mantenga vivo en la sociedad el espíritu de la Constitución, herido de muerte por el sicópata doctor Sánchez.

Y, hay, en la sabiduría popular española, tres refranes que, reflejando la naturaleza humana, iluminan la oscuridad de las falacias legales del doctor Sánchez, son esos que dicen: lo que vale para uno vale para todos; el que siembra vientos recoge tempestades; y cuándo la justicia sale por la puerta, la venganza entra por la ventana.

El doctor Sánchez, amparándose en la letra de la Constitución, se ha sentido libre para quebrar su espíritu, pero no ha valorado, parece, que lo que él ha hecho, porque él lo ha hecho,  si vale para uno, él, vale para todos; tampoco ha considerado que lo que el ha hecho, y está haciendo, pueda ser contestado con mucha mayor furia, por los demás, el que siembra vientos recoge tempestades; y ha olvidado que si no se respetan las leyes y desde el poder no se amparan los derechos de los ciudadanos, como sucedía antes de Hammurabi, cuándo la justicia sale por la puerta, la venganza entra por la ventana.

En el pasado, lo leemos en los libros, cuándo no existía el espíritu de la Constitución, la trayectoria del doctor Sánchez terminaría o hubiera terminado en una plaza mayor, colgado de una horca; descuartizado, en cualquier lugar, intentando escapar de su palacio, por una multitud enloquecida por la ira; o con el cuchillo de un ciudadano vengativo clavado en el corazón.

Y, la realidad es muy testaruda, la naturaleza humana es la que es, y solo las leyes contienen el furor de los hombres. Así pues, es obligado anunciarlo, el doctor Sánchez, el psicópata de pesadilla que ha violado el espíritu de la Constitución, seguirá, un tiempo, gobernándonos, pero, no hay ninguna duda, porque se lo merece, terminará mal.



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