lunes, 16 de junio de 2025

1182. SE LLAMA JULIA, HA NACIDO EL VIERNES Y ES MI NIETA


Pues sí, es lo mejor, lo más importante que me ha pasado en mucho  tiempo: el viernes pasado, 13 de junio de 2025, día de San Antonio, nació Julia, la menor y, acaso, la última de mis nietas. 

Y, al ver a Julia en brazos de su madre y pensarlo luego, mi alma de abuelo se esponja en una mezcla de emociones, algunas encontradas, y  sueño para Julia   que sea una mujer buena, con una vida llena de amor y esperanza, con éxitos  y, también con  dolor, tristeza y algunos desamores.  

No, no quiero para Julia, tampoco para Luis, Mateo, Olivia, Mariana, Constanza, Cristina y Pablo, una vida plácida, tranquila, sin dolor y  sin esfuerzo; ansío para ella y para todos mis nietos, todos los bienes posibles, pero también trabajos sin fruto, ilusiones no alcanzadas, desengaños amorosos y tiempos obscuros; la vida no es un valle de lágrimas, pero solo las lágrimas permiten apreciar y gozar la fortuna inmensa que es haber nacido.

Y, ahora, lo mejor de todo: mientras doy gracias a Dios por  el nacimiento de Julia, siento que mi mujer, ¡gracias Cristina!, hoy ha venido a estar conmigo y soñar juntos la continuidad de nuestras vidas.   

viernes, 13 de junio de 2025

1181. COSAS DE VIEJO: DEL DOCTOR SÁNCHEZ Y SU TROPA DE GOLFOS


Pues mira, ayer se hizo público un informe de la Guardia Civil en el que queda muy claro que los tres hombres de confianza, los que le auparon al poder, del doctor Sánchez, incluso él mismo, son unos auténticos golfos, una tropa de golfos, con muchas papeletas para ir a la cárcel.

No, no entraré en detalles, no hace ninguna falta, de ellos  están llenos los medios de comunicación, incluidos, ¡pobres!, los que se benefician de las dádivas generosas  del doctor y su cohorte.

Tan solo unos breves apuntes sobre cinco temas que, aunque sin sorprenderme, han  atraído mi atención:

El primero, aunque su doctorado ya era un indicio sólido, confirmar que antes de ser el jefe de la tropa y  del PSOE, el doctor Sánchez ya era un golfo que andaba con otros golfos muy golfos.

El segundo, que los amigos golfos del doctor Sánchez son tan golfos que, siendo amigos, gustan grabarse, ¡por si acaso dejan de serlo!, sus propios  y ajenos delitos.

El tercero, me pregunto cómo es posible que los amigos golfos del doctor Sánchez tuvieran, para hacer golferías, tantos amigos, también golfos, en la Administración y en empresas públicas y privadas; nunca imagine que en España hubiese tantos y tantos golfos.

El cuarto, me asombra  comprobar que el poder de la emoción es tan fuerte que aún queda un buen puñado de votantes y cuadros del PSOE, beneficiados o no de la generosidad del doctor Sánchez, que siguen convencidos de que ¡todo es mentira!, que ¡el doctor es un santo!, y de qué malos y golfos somos todos los demás,

Y quinto; me asusta  la idea, ¡él no tiene límites!, de que el doctor Sánchez, a la cabeza de su tropa de golfos, ¡para salvarnos de las desgracias!, si se ve muy apurado, uno de estos días, intente dimitir a don Felipe y  proclamarse Rey de los Golfos y de lo que quede de  España.