viernes, 25 de julio de 2025

1192. COSAS DE VIEJO: DE LA BATALLA DE CLAVIJO

 

Uno de los mejores y más fuertes de los recuerdos que guardo de mi infancia es mi intensa emoción escuchando, yo tenía siete u ocho años, a doña Vitalina, con una estampa del Apóstol Santiago, del Patrón de España, en la mano, la batalla de Clavijo.

Sí, mi maestra me lo explicó muy bien, tanto que todavía veo ante mis ojos la imagen de la estampa y resuenan en mis oídos sus palabras: allá en el año 844 Ramiro I, el rey cristiano de Asturias, en Clavijo, se enfrentó  al gran Abderramán II, Califa de Córdoba y, cuando lo tenía  todo perdido, con la ayuda del Apóstol Santiago, aparecido de pronto en la batalla montado sobre un caballo blanco y enarbolando una gran espada, derrotó al poderoso musulmán.

Y sí, aquel relato es quizá uno de los pilares sobre los que se asienta mi orgullo de ser hijo y  parte de la Reconquista, de ser cristiano y de ser español.

Evidentemente hoy sé que la batalla de Clavijo  y la presencia en ella del  Apóstol  Santiago son un mito creado entre los siglos XI y XII, para estimular el espíritu y el ansia de victoria de los cristianos de la época en sus constantes guerras frente al islam. 

Sin embargo, también sé que, aún hoy, en los mitos del pasado y en los sueños compartidos de futuros ideales  se encuentran las bases del éxito o del fracaso de los hombres y de los pueblos.

Por ello, en esta época, cuando los españoles nos arrastramos, desde hace doscientos años, casi del todo vencidos, doy gracias al cielo y a los sabios que imaginaron la batalla de Clavijo porque quizá en ella todavía se guardan  rescoldos de un fuego que, abrasando nuestras almas, con la ayuda del Apóstol Santiago, Santiago Matamoros, vuelva a hacer grandes y unidos a los españoles de todas las Españas.   

 

Nota: la imagen que ilustra esta entrada esta tomada de Del toro al infinito, en Internet










1 comentario:

Anónimo dijo...

Habrá que reinventar Clavijo, al mismo apostol y la fe en nosotros mismos. Difícil tarea.