jueves, 7 de mayo de 2009

254. PLANES DE CONTINGENCIA FRENTE A LA GRIPE A



La teoría de la toma de decisiones considera casi un axioma que cuando existe una amenaza
grave y esta tiene altas probabilidades de convertirse en realidad, es imprescindible elaborar un plan de contingencia para afrontar la amenaza y, si es posible, convertirla en oportunidad.

Según afirma la Organización Mundial de la Salud, un tercio de la Humanidad puede contraer la gripe porcina, que recordaremos como Gripe A, en 2010.


Si esto es así y aunque en los países desarrollados muy probablemente también, sus efectos no serán muy graves en cuanto al número de muertes, sí es seguro que tendrá efectos importantes en la actividad económica y en la vida de las empresas.

La amenaza es pues, que a lo largo del año 2010, en la España sacudida por la recesión, con un altísimo desempleo y las plantillas de las empresas ajustadas al mínimo de lo imprescindible, podemos encontrarnos con que el 20, 30, e incluso el 50 o 60% de los empleados de cualquier empresa o institución puede agarrar la enfermedad y permanecer de baja, sin poder trabajar, entre tres y cuatro semanas.

Suponiendo que la sanidad nacional trabaje muy bien, esto también es muy probable, para las personas todo se habrá quedado en una simple gripe y en un recuerdo imborrable para contar a los nietos.

Sin embargo, para las empresas la amenaza es diferente: Se puede reducir la actividad e incluso llegar a detenerse, se pueden perder pedidos, incumplir compromisos, interrumpir planes, perder clientes o cualquier otro desastre que ni el gobierno ni nadie que no sea la propia empresa puede evitar.

Por ello, escribo esta entrada para recordar a los empresarios “normales”, a los que no tienen importantes departamentos de recursos humanos, que apenas saben lo que es cumplir la normativa de riesgos laborales y que, por supuesto, no tienen servicios médicos en la empresa, que tienen la necesidad imperiosa de hacer un muy buen plan de contingencia para afrontar la amenaza y, de paso, si pueden, tomar alguna oportunidad.

Los temas a tener en cuenta en la realización de los planes de contingencia creo que, en principio, no son complicadas, se reducen al análisis cuidadoso detallado de posibles escenarios de incidencia de la enfermedad en la propia plantilla, en la de los servicios externalizados y en el del resto de cuantas inciden en las relaciones necesarias de la empresa con el exterior. Solo hay que mirar bien los procesos y pensar.

Las medidas a incluir en el Plan creo que probablemente no tendrían que ser complicadas, entre las que se me ocurren, sin pensar en demasía tenemos: Con el asesoramiento profesional debido, fortalecer las medidas preventivas, vacunas, reconocimientos médicos, mascarillas. Preparar e impulsar el trabajo en casa, para evitar desplazamientos y riesgos de contagio, asegurar la polivalencia de personas para cubrir los puestos clave, cuidar la política de viajes, evitando zonas de peligro, convertir la Gripe A en tema clave de la comunicación interna y externa de la empresa, y muchas otras que pueden ser más o menos similares y siempre acordes con las circunstancias de la empresa.

En fin, mi mensaje es sencillo, tenemos una amenaza que muy probablemente se va a convertir en realidad, si no nos preparamos nosotros no nos va a preparar nadie, por tanto, lo mejor que podemos hacer es gastar un tiempito y preparar el Plan de Contingencia frente a la Gripe A, para que esté listo desde ya, rodado después del verano y planamente operativo todo el año 2010 y, acaso, más allá.

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