viernes, 2 de abril de 2010

311. FERNÁNDEZ CAMPBELL, UN MODELO DE BUEN HACER Y UNA MUESTRA DE ESPERANZA


Al reflexionar para poder escribir con razonable acierto sobre cuanto he visto durante las últimas semanas en Argentina y en Bolivia, una de las primeras cosas que me vienen a la mente es evitar a toda costa el hecho real que se produce muchas veces al escribir, con la seguridad de no equivocarte, sobre un país cuando lo visitas durante menos días de los que tiene una semana y, como es lógico, no te has enterado de nada.

Por ello, me tiento las ropas y escribo con la advertencia de que no estoy seguro de que sea del todo verdad nada de nada.

Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, quiero decir que en la Patagonia he encontrado una empresa que trabaja bien, que tiene una magnífica atención al cliente, que sus recursos materiales, catamaranes en este caso, son modernos, están bien cuidados y tiene homologaciones de Buereau Veritas en Calidad, Medio Ambiente y Seguridad y que, en mi opinión, es un modelo de cómo también en la Argentina, al principio del siglo XXI se puede trabajar con la eficiencia, desde hace muchos años olvidada, que tuvieron los argentinos hasta bien entrado el siglo XX.

Los catamaranes, de la empresa Fernández Campbell, dedicados a navegar por el Lago Argentino enseñando los glaciares a viajeros llegados de todo el mundo, son modernos, están pintados con buen diseño y colores actuales, están limpios y hasta los cuartos de baño se mantienen impecables durante la totalidad del tiempo en que pueden ser usados por los pasajeros, que siempre cómodos, disfrutan durante horas la belleza de paisajes indescriptibles.

Sorprende la amabilidad y el buen trato de los empleados, son correctos y amables, saben idiomas y tratan al pasajero como al cliente que puede volver al día siguiente.

Para cualquier persona que sepa algo de esto, es indudable que se ve, detrás de la apariencia de los barcos y más allá del personal de operaciones, una buena gestión. Y cuando quieras saber un poquito más, al entrar en la Web de la empresa, limpia, bien estructurada y fácilmente accesible, no sorprende conocer que la empresa tiene homologaciones internacionales selladas por una buena empresa con presencia en el mercado mundial.

Deseo a Fernández Campbell todo el éxito del mundo y que sus propietarios, directivos y empleados no se rindan en el esfuerzo de crecer y ser mejores. Creo que es muy difícil mantener estándares de calidad que superan con mucho las expectativas de clientes que cuando llegan a El calafate ya han visto las aceras de muchas calles, el óxido de muchos hierros y la mezcla de detestable desidia e impotente hacer nada que está presente en la vida de muchos argentinos.

Fernández Campbell es una muestra de buen hacer y es una luz de esperanza que da pie a pensar que Argentina puede volver a ser, incluso más de lo mucho que fue ayer.

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