miércoles, 22 de septiembre de 2010

338. PIQUETES DE HUELGA

Los sindicatos, CC. OO. y UGT han convocado una huelga general en España para el próximo miércoles 29 de septiembre y  como casi siempre que se convoca una huelga pienso y pienso mucho  en los piquetes de huelga y en lo malas que son,  para los trabajadores y para la sociedad,  las actuaciones ilegales de los mal llamados piquetes informativos en las huelgas.


La  huelga del día 29 se septiembre, como otras muchas huelgas, para quienes la convocan está plenamente justificada y  ese día no acudirán a trabajar; sin embargo  una parte  importante de los trabajadores llamados a participar en la huelga general piensan que esta carece de una justificación suficiente para compensar la pérdida del salario correspondiente a un día no trabajado, por ello, si pueden, no harán huelga.

Para los sindicatos el éxito de la huelga se mide por el número de personas que no trabajan el día de la huelga, en consecuencia necesitan actuar para que las personas, de grado o por la fuerza, no trabajen ese día y el medio que utilizan para conseguirlo son los piquetes de huelga.


Los piquetes de huelga son grupos, más o menos numerosos de huelguistas que actúan, si lo hacen legalmente, informando pacíficamente a los demás trabajadores sobre el propósito de la huelga e incitándo a no ocupar los  puestos de trabajo, son lo que se denominan piquetes de huelga informativos.


Si los piquetes informativos de huelga dejan de ser pacíficos su acción es ilegal, está prohibida por la Ley y pueden dar origen a penas  legales.


La realidad en muchas  huelgas es que los piquetes informativos rara vez son solo informativos, con enorme frecuencia recurren a la intimidación y a  la violencia para evitar que las personas puedan acceder a sus puestos de trabajo y, todo el mundo sabe que cuando los líderes sindicales explican en los medios de comunicación que “habrá muchos piquetes que actuarán de forma contundente para garantizar el derecho a la huelga”, lo que están diciendo es “no acudas a trabajar porque si lo haces te estaremos esperando en la puerta y te daremos una somanta de palos".


Por supuesto, si coaccionar es un delito, también  lo es  producir violencia en las cosas o causar lesiones a las personas. Sin embargo, la realidad de la mayor parte de las huelgas es que los llamados piquetes informativos son violentos y producen daños en las cosas, coaccionan y no pocas veces, lesionan a  personas. Sin embargo rara vez  los miembros de los piquetes violentos son  sancionados legalmente y, menos aún, se persigue jidicialmente a  los sindicatos  que respaldan  a  los piqueteros.


Para aclarar lo que estoy diciendo, algunas pinceladas: Como el mejor medio para evitar que las personas acudan a trabajar, los piquetes o algunos de sus miembros causan daños en las cosas y no dudan en hacerlo a las personas: Destrozos en las conducciones eléctricas, sistemas de señales, o similares  en los ferrocarriles; roturas de lunas y pinchazos en los neumáticos en los autobuses; barricadas, neumáticos ardiendo y volcado de camiones o de automóviles  en las carreteras; rotura de los cierres en las tiendas, obturación con silicona de los cajeros de bancos y cajas de ahorros, pedradas en los escaparates de las tiendas y un sin fin de otros daños que cualquiera puede imaginar. Por supuesto, los miembros de los piquetes que se sitúan en las entradas de los polígonos industriales o en las puertas de las empresas nunca son personas conocidas en la zona, para evitar ser reconocidos y denunciados por trabajadores que no desean ser huelguistas.


Las razones por las que existe la más absoluta impunidad para las acciones violentas de los piquetes de huelga son múltiples, van desde el apoyo de los sindicatos que amenazan con más violencia, la renuncia, “para evitar males mayores” de las empresas y de las instituciones a perseguir los hechos delictivos de los huelguistas, el temor de las personas afectadas que prefieren tragarse las coacciones y los maltratos a los posibles  problemas que puedan tener si denuncian los hechos ante los juzgados y, sobre todo, la pasividad de los gobierno que abdican de su obligación de velar por los derechos de las personas.


El día 29 de septiembre tendremos huelga general. En mi opinión hay poca gente que quiera hacer huelga, sobre todo por la pérdida de un día de salario que en época de escasez nadie desea, pero la huelga se notará y mucho en España y se sentirá en el extranjero. Los piquetes, actuando dentro y fuera de la Ley, paralizarán los transportes, impedirán la entrada en las fábricas, paralizarán repetidores de televisión y puede que destrocen alguna antena de telefono, cerrarán por la fuerza muchos comercios, coaccionarán a muchas personas y conseguirán que de hecho, no se tabaje o se trabaje poco y mal ese día en España.


Por todo ello, una vez más, me asombra, al igual que a cualquier persona que haya vivido huelgas, que ni el gobierno actual ni los gobiernos anteriores, hayan aprobado una Ley de Huelga que permita a quienes quieren hacer la huelga ejercer  su derecho y que quienes no quieran hacerla también lo ejerzan.


Acaso tengamos que esperar a que una nueva Señora Margareth Thatcher, fíjense que habiendo pasado muchos años desde que dejó de ser Primer Ministro en el Reino Unido seguimos llamándola Señora Thatcher, venga a hacer lo que el sentido común dice que hay que hacer y que los piquetes de huelga sean de verdad piquetes informativos y no bandas de vándalos que borrachos de consignas atacan, siempre que quieren al hombre… y a la mujer.

 
De esta huelga, la verdad es que hay una cosa que me alegra: No pocos  liberados sindicales antes, durante y después de la  huelga, por una vez en bastantes años,  van a  trabajar y alguno hasta  podrá justificar  el que en su nómina incluya el plus de peligrosidad, ya que puede encontrarse con algún trabajador al que,  cuando como miembro de un piquete informativo, trate  por la fuerza de  impedirle su derecho a  trabajar, salga respondón y le informe  en la cara  de que, le guste o no le guste al piquetero,  el día 29 de septiembre  él no va  a dejar de trabajar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha gustado bastante su artículo, estoy buscando información y me he metido en su blog. Resulta que ha habido huelga en educación y no sólo no han respetado nuestro derecho al trabajo, sino que se metieron dentro del centro de trabajo, nos llamaron "campeones", "así lucháis por el futuro de la educación" "qué poca vergüenza"..., en fin, todo eso, esperando a que firmáramos después de haber llamado por megafonía jefatura de estudios para avisar de que los profesores que no secundaran la huelga debíamos firmar. Pues para firmar debíamos recorrer todo un pasillo de compañeros que estaban en huelga recriminándonos todo esto. Yo me sentí fatal, encima hoy me entero de que van diciendo que no pasó nada, que fue un encontronazo, y me he metido a saber todo lo que debo saber para que no me toreen y que no hagan siempre lo que les da la real gana. porque si esto les hubiera pasado a ellos, ya estaríamos grabados, subidos en youtube y denunciados, porque eso sí de sus derechos no se olvidan sólo lo hacen de los derechos de los demás.


En fin, que me ha ayudado mucho tu artículo he entendido cosas que no eran de mi competencia y además me he enfadado más, porque me da pena de que no haya entre nosotros una persona que tenga realmente mala folla y sea un cabronazo para ellos, como lo son ellos con nosotros. Perdón por las palabritas.

No fueron trabajadores de otros institutos, no, fueron nuestros propios compañeros. Es muy muy injusto. Un saludo, y gracias de nuevo.