miércoles, 25 de septiembre de 2024

1143. COSAS DE VIEJO: DE LA JUSTICIA Y DE LA VENGANZA

 

He leído en la edición digital de El Mundo del pasado lunes, 23 de septiembre  de 2024, que: “La Fiscalía ha apoyado archivar la causa abierta por el asesinato del edil del PP  en Ermua Miguel Ángel Blanco en 1997 contra tres ex jefes de ETA  al ver prescrito el atentado, y ha pedido no crear una "jurisprudencia de excepción" para sentarlos en el banquillo, al suponer una "merma del Estado de Derecho". Los dirigentes de ETA procesados en la Audiencia Nacional son: Mikel Albisu Iriarte, 'Mikel Antza'; Ignacio Miguel Gracia Arregui, 'Iñaki de Renteria'; Soledad Iparaguirre, 'Anboto'; y José Javier Arizcuren Ruiz, 'Kantauri'-  

Y, la noticia, quizá porque tengo muy presente en mi memoria las horas de angustia que pasé, que pasamos los españoles, aquel terrible 12 de julio de 1997, por cuanto significa, me ha llenado de dolor.

Desconozco los argumentos en que estará basada la decisión que adoptarán los magistrados de la Audiencia Nacional, pero, sea esta cual sea, me obliga a una muy dolorosa reflexión.

Miguel Ángel Blanco fue asesinado con dos disparos de pistola y esto es un hecho tipificado en el Código Penal como un delito que es castigado con penas de quince a veinticinco años. Sin embargo, pasados veinte años, el delito prescribe y sus autores no pueden ser juzgados y  condenados por haberlo cometido.

Y sí, aunque en estos tiempos algunos gobernantes lo olvidan, la convivencia en la sociedad está basada en un principio fundamental: dura lex sed lex, la ley hay que cumplirla.

Pero, los seres humanos, porque son humanos, están inevitablemente llenos de sentimientos y, aunque las leyes tratan de contenerlos, son esos sentimientos los que impulsan los buenos o malos comportamientos.  

El asesinato de un ser querido produce un inmenso sentimiento de dolor y este  genera siempre, en quienes lo padecen, inevitables deseos de venganza o, al menos  de justicia, que pueden durar toda la vida e incluso prolongarse, más allá de esta, Capuletos y Montescos, durante generaciones.

Y sí, volviendo a la necesidad de convivir, desde Hammurabi, las leyes se han hecho, y hay que cumplirlas, para asegurar la justicia y evitar las venganzas.

Claro que, porque la ley es la ley y hay que cumplirla, aunque los asesinos de Miguel Ángel Blanco y de muchos otros también asesinados por ETA, estén hoy muy alegres, victoriosos y seguros porque sus delitos han prescrito, mucho me temo que, ¡Dios no lo quiera!, se hayan abierto unos terribles manantiales de venganza.

 

Nota: la imagen de Miguel Ángel Blanco que ilustra esta entrada está tomada de la Real Academia de la Historia, en Internet.



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