domingo, 29 de diciembre de 2024

1119. COSAS DE VIEJO: AÑORANZA


Ayer, 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, después de ir a la compra, me sorprendí, muy agobiado, haciendo la lista de lo que tenía que hacer para la comida del día de año nuevo.

Bueno, me dije, haré la lista, la revisaré dos veces, no olvidaré nada y, cuando la termine, me quedaré tranquilo, no tengo que preocuparme, ¡todo saldrá bien!

Y claro, porque todo el trabajo que había hecho y el que quedaba por hacer  fue  siempre  propio e irrenunciable de Cristina, mi mujer, de repente, desde su lugar en mi alma, ella volvió, con alegría, para estar conmigo y hacer lo que hubiera que hacer.

Y, en ese momento, sin haber escrito una línea, con absoluta añoranza, comencé a decirme un poemita, ¡lo expresa todo!, que por ella y para ella, había escrito, en estas fechas, más o menos ayer. Dice así:


COSAS DE VIEJO: DE LA COMIDA FAMILIAR

 

Sobre un mantel bordado por ella,

descansa el ejército de platos colocados,

copas altas, cubiertos ordenados

  y servilletas bien dobladas.

 

Las sillas  hacen  guardia

esperando la llegada de las hijas

y los yernos, del  hijo, la nuera,

las hermanas y los nietos.

 

Miro la mesa y me pregunto: ¿Qué falta?

En el silencio ella me dice: no te preocupes mi amor,

 no falta nada.

 

Los platos del pan, ¿quito los de cristal y  pongo los de plata?

¡Que no José Luis, que no!, ¿por qué te empeñas si sabes

que no quiero ni ver los platos de plata?

 

Está bonita así la mesa, tan primorosa.

He movido los asientos, nadie se va a sentar en su sitio,

y cuando levante la mirada, en el otro extremo,

 veré su rostro sonriendo.

 

Y luego, durante la  comida, muy callada,

 mi mujer, mi vida,

 presidiendo la mesa, fijándose en todo,

como siempre, seguirá  conmigo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonito!!!

Anónimo dijo...

Hermoso tenerla siempre contigo

Anónimo dijo...

Entrañable, nostálgico. !Muy emocionante!