martes, 21 de enero de 2025

1122. COSAS DE VIEJO: AUDENTES FORTUNA IUVAT


En estos días, ante las tropelías del doctor Sánchez para mantenerse indefinidamente al frente del Gobierno del Reino de España y el regreso del carismático Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, me he sorprendido pensando varias veces en las similitudes, ¡asombrosas!, entre ambos personajes.

Sí, ambos hombres comparten narcicismo, ambición, carisma, habilidad en la comunicación, carencia de límites y  audacia, sobre todo audacia, esa capacidad que hace posible encontrar el éxito cuando este parece imposible.

El adagio latino, audentes fortuna iuvat, es  una gran verdad; desde que el hombre es hombre, mientras dura, nada es para siempre, la fortuna ayuda a los audaces, y es evidente, el doctor Sánchez y el presidente Trump son valientes, intrépidos, osados, atrevidos, arrojados, resolutivos, valerosos, bizarros, temerarios, insolentes, descarados y desvergonzados.

Quizá por ello, no lo puedo remediar, ambos me producen profundo asombro, gran admiración y, no lo niego, insuperable temor: reúnen en un todo inseparable  lo mejor y lo peor del ser humano y su paso por la vida, si tienen tiempo, deja en las gentes rastros, cicatrices que, por dolorosas, no se olvidan.

Y, es curioso, al pensar en ellos, en una mezcla de envidia e impotencia, lo hago también en la Aurea mediocritas, ese, ahora me parece detestable,  dorado término medio, dorada medianía, moderación o punto medio, que predican, o predicamos, quienes oponiéndonos al narciso doctor Sánchez y al carismático Donald Trump, con escaso valor y ninguna audacia, hacemos y conseguimos nada contra ellos.  

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