Mañana será 28 de junio de 2025, habrán pasado cincuenta y
un años desde que Cristina y yo nos casamos; ocho desde que ella murió.
La vida,
nuestra vida, ha estado llena, ¡cuánta fortuna!, de alegrías y tristezas, de
buenos y malos tiempos, de salud y enfermedad, de ilusiones conseguidas y de
esperanzas perdidas, plena, sobre todo, sin darnos cuenta, con un amor sin final ni medida.
Miro a mí alrededor
primero y a mi corazón luego, como siempre, la veo, mi alma se esponja, ella,
Cristina está conmigo.
Y sí, hoy, en
la víspera de su día, viejo, cansado, enfermo y, quizá, cerca del final de mi
camino, alejando el dolor de mi pensamiento, doy gracias al Cielo por el amor que,
tantos años y ahora mismo, compartimos.
3 comentarios:
😘😘😘😘
Como siempre conmovida y admirada de tu lenguaje y sensibilidad en la nostalgia
Enhorabuena! tienes razón la vida se siente plena si disfrutas de las alegrías y aceptas las penas
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