martes, 29 de julio de 2025

1193. COSAS DE VIEJO: DE CORNUDOS, CONTENTOS Y APALEADOS


Cuando pienso, y no dejo un instante en hacerlo desde hace un par de días, en el acuerdo o rendición, alcanzado entre los Estados Unidos y la Unión Europea en la “guerra de los aranceles” mi alma entristecida se sume en un  desesperanzado infierno de impotente ira.

El maleducado angloamericano primero, a nosotros, ¡cornudos!, dejó de amarnos; luego enarboló un enorme palo y amenazó con darnos, ¡nos asustamos!; ¡lo que tú quieras, mí Señor, por favor, no seas malo!, imploramos; gruñó lo que quería, lo entregamos y, ¡qué respiro!, nos quedamos  tranquilos, desarrapados, muy contentos y apaleados.

La Unión Europea está herida de muerte, no ha durado un siglo y el anglo, sin necesidad de luchar, con solo mostrar su palo, le ha matado.

¡Otra vez lo ha conseguido! ¡en doscientos años, después de  matar el Imperio, otra vez nos ha vencido y estamos contentos, cornudos y apaleados!

Y, en mi infierno de impotente ira, del todo desolado, me pregunto: ¿para evitar futuras venganzas, el anglo envenenará a los niños después de esta  batalla sin armas?

¡Que gran desgracia es devenir de hombre honrado en cornudo, contento y apaleado!


Nota: la imagen que ilustra esta entrada está tomada de la BBC, en Internet




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Volvemos a tomar el papel de víctimas ¡Que remedio!

Anónimo dijo...

Aunque no quiero ser tan tremendista, confieso que me queda ese mal sabor de boca de cuando algo no es tragable.
Un abrazo José Luis