viernes, 1 de septiembre de 2023

1082. COSAS DE VIEJO: TRES ESCENARIOS


En los últimos días, al contemplar, ya sin asombro, los pasos que, para acceder a la presidencia del gobierno del Reino de España, está dando el doctor Sánchez, surgen ante mis ojos, sin poder evitarlo, varios de los escenarios que, luego de aceptar como posibles, me incitan a pensar, lleno de dudas, si tengo ante mis ojos el prólogo una tragicomedia, una comedia de enredo o el preludio de una gran tragedia nacional.

Imaginemos que, dentro de unos meses, el nuevo gobierno del PSOE, presidido por el egregio doctor Sánchez, desarrollando sus compromisos con todos los partidos progresistas, comunistas e independistas, usando su poder e influencia en el Tribunal Constitucional y apoyado por fieles medios de comunicación, aprueba en el Congreso de los Diputados una Ley que, interpretando, a su modo, la Constitución de 1978, que, además de otorgar de facto la independencia, como naciones cuasi, o del todo, soberanas,  de Cataluña, del País Vasco y de Galicia; abre el camino para, en el corto plazo, sustituir al Rey de España por un Presidente de la III República Española.

Y no, no me digan que esto es imposible porque el doctor Sánchez nunca estaría dispuesto a perder los votos de catalanes y vascos que le conceden la mayoría suficiente para ser elegido presidente del gobierno de España. No, la nueva ley permitiría que los habitantes de las nuevas naciones, reunidas en algo así como una confederación, manteniendo la nacionalidad española, siguieran votando, indefinidamente, en las elecciones generales de “toda España”.

Y aquí los escenarios de los que, a partir de la aprobación de la nueva ley, antes hablaba: el primero, un triunfo feliz de los separatistas, mucha alegría de “los progres”, un inmenso griterío de “los fachas”, y nada, todos felices y nada de nada. El segundo, un lío morrocotudo, manifestaciones, huelgas, disturbios, estado de excepción, y hasta el tiranicidio, que termina en uno de esos baños de sangre que tanto parecen gustarnos a los españoles. El tercero, el Rey no asume la nueva ley, usa los escasos restos de su poder, el doctor Sánchez se asusta, se convocan elecciones, y, al final, todo resulta una tormenta en un vaso de agua.

Imagino, aunque es imposible acertar el futuro, que de esos tres escenarios el más probable es el primero, es “el menos malo” y, si podemos seguir viviendo bien, ¡qué más da!, primum vivere, deinde philosofare. El segundo, ¡Dios no lo quiera!, tal como somos hoy, porque no queremos arriesgar lo mucho que tenemos, parece muy improbable. El tercero, puede ser que, el Rey, a su pesar, y aunque solo para descartarlo, lo esté contemplando.

Y, porque, no puedo evitarlo y mi imaginación no deja de enriquecer, cada día con más detalles, cada uno de los escenarios, y porque el segundo es el punto de partida de mi novela Retorno a lo imposible, la reconstrucción del imperio, estoy trabajando ya en novelar el primero, en una farsa, Del dinero y del amor en la taifa de Madrid y el tercero, en un drama, El dilema de don Felipe.


Nota: la imagen que ilustra esta entrada está tomada de Internet




No hay comentarios: