miércoles, 8 de noviembre de 2017

750. SOBRE LOS PIQUETES EN LA HUELGA DEL DÍA 8 DE NOVIEMBRE EN CATALUÑA, LA VOLUNTAD DE VENCER Y EL PODER DE LA MENTIRA





Hoy ha sido día de Huelga General en Cataluña a favor de la independencia, en defensa de la república catalana y la liberación de los “presos políticos”. La huelga  no ha sido apoyada por los grandes sindicatos tampoco ha sido prohibida por ningún juez ni ha sido obstaculizada por el gobierno español.

Como me preocupa en extremo cuanto ha sucedido, está sucediendo y, sobre todo, lo que pueda suceder en el futuro tanto en Cataluña  como en el conjunto de España, he dedicado cerca de dos horas a  ver TV3, la televisión pública catalana, de ideología separatista y propagandista de la independencia, que no ha sido intervenida por el gobierno de España y emite,  para quien la quiera ver, con absoluta libertad.

Pues bien, he podido ver  la actuación de los piquetes de huelga obstaculizando  el  paso  del AVE,  interrumpiendo el tráfico en las autopistas y cerrando el paso en la frontera con Francia e  impidiendo el acceso a  algunas universidades,   y también he visto los rostros  cargados de emoción y escuchado las palabras llenas de pasión de  los piqueteros, no pocos niños, muchos adolescentes y el resto, con algunas excepciones,  jóvenes en edad de estar estudiando.

Y me ha impresionado, me ha impresionado mucho  la intensidad de sus sentimientos, la profundidad de sus  convicciones,  su amor a Cataluña, su voluntad de conseguir que esa parte de España consiga la independencia y, ¡qué triste!, lo engañados que están  y  la magnitud de su ignorancia

He sentido una profunda tristeza: ¡Qué bien lo han hecho los líderes independentistas para conseguir  que estos jóvenes y tantas otras personas mayores hayan llegado a   menospreciar  tanto a España y ansiar la independencia! o ¡Qué mal lo hemos el resto de los españoles para evitar que sucediera esto!

No estamos en un simple retorno a la dictadura de Franco, no, estamos en presencia del más puro nacional socialismo, estamos ante el más puro nazismo, tenemos ante nuestros ojos a los hijos más fieles de Göebbes.

El  gran propagandista nazi alemán y  los líderes catalanes comparten el mismo principio: es la voluntad de vencer lo que conduce inexorablemente a la victoria. Todos los fanáticos, los nazis, los revolucionarios comunistas y fascistas, los yihaidistas  y los fanáticos separatistas comparten su fortísima voluntad, hasta la muerte, de victoria y, por supuesto, todos los medios son buenos si su uso contribuye a la victoria.

Por supuesto, hay que conseguir voluntades, hay que lograr apoyos, hace falta mucha gente que siga a los líderes para  conseguir la  victoria. Y ganar  voluntades se hace  convenciendo con ideas, no importa que sean verdades, no importa la mentira, solo importa la victoria y, es verdad, “una mentira mil veces repetida se convierte en una gran verdad.

Siempre ha habido separatistas en Cataluña, siempre una minoría, al principio de nobles y luego de ricos, ha querido estar fuera de España. Primero trataron de sublevarse contra su rey Fernando, que  los detuvo cortando algunas cabezas,  porque era de estirpe castellana,  se casó con la reina Isabel y, sobre todo, la verdad, porque les  arrebató bárbaros  privilegios feudales; saltando mucho en el tiempo, inventaron su derrota en  la guerra de secesión cuando, al, solo participaron en la guerra de  sucesión y eso al  lado de otros  muchos españoles que, como ellos también perdieron; más tarde con Napoleón, le quisieron engañar pero no pudieron, sesenta años después en la primera república, y en la segunda…y ahora, los mismos y  lo mismo.

Parece ridículo, pero es verdad, en Cataluña, los líderes separatistas han conseguido que  muchos niños, muchos jóvenes y no pocos adultos crean de buena fe que Hernán Cortés, Santa Teresa de Ávila, Bartolomé de las Casas, Leonardo Da Vinci, Miguel de Cervantes y  Américo Vespucio fueron buenos  catalanes…

Que España roba a Cataluña, que Madrid quita las empresas a Barcelona, que los andaluces son vagos, los gallegos falsos, los aragoneses torpes, los valencianos catalanes de segunda, las  televisiones españolas mienten, en España no hay  libertad ni democracia y tampoco es justa la justicia española.

Hay en Cataluña niños, jóvenes y mayores que creen que  sus líderes son perseguidos por sus ideas, que están por encima de la las leyes, que hay presos políticos y que en Cataluña no hay libertad…y que, por supuesto, en Cataluña sus políticos nunca jamás roban o han robado.

Mentiras, un cúmulo de mentiras repetidas millones de veces en boca de los líderes separatistas y  multiplicadas  en los medios de comunicación comprados por ellos con el dinero de todos, TV3 es un ejemplo,  se han convertido en un cúmulo de verdades que han envenenado a los niños, a los adolescentes, a los jóvenes y a  personas mayores que hoy han cortado las carreteras, han detenido el AVE y han hecho huelga para pedir la libertad de unas pocas  personas detenidas por orden de un  los juez, y reclamar  la independencia de Cataluña que será la Arcadia Feliz en la Unión Europea.

Lo hemos hecho muy mal, creo que los españoles no tenemos más remedio que, para cambiar las cosas, decir y repetir millones de veces, todas las que sean necesarias, la verdad. Es imprescindible, para que los catalanes  sepan y crean que Teresa de Ávila era de Ávila, que Cervantes de Alcalá, que España no les roba y que para ellos lo mejor que les puede pasar es seguir bajo el paraguas del Conde de Barcelona, que es el rey de España.


Nota:

El seguimiento de la huelga, según todos los medios de comunicación, ha sido minoritario y nadie, salvo TV3, la televisión pública de Cataluña y los líderes separatistas,   se atreverá a mentir afirmando  que ha sido un éxito.

A continuación una fotografía  tomada de El Periódico de Cataluña






1 comentario:

Jorge Parise dijo...

Como siempre, Jose Luis, tu análisis es muy correcto. Es la historia terrible del fanatismo europeo. Templado en estos momentos, pero siempre a punto de estallar. El imperio del odio y la mentira. Que pena.