En el silencio
de la noche, muy contento y muy cansado, cuando está terminando el día de la
Epifanía, solo y tranquilo, mirando los restos de todo lo que han dejado en casa los
Reyes Magos a su paso y los niños
corriendo y saltando con sus regalos, atrapo recuerdos del pasado y, con ellos,
emocionado, sueño para mis nietos futuros lejanos.
Y lo sueño con
fuerza, tanta que en mí pensamiento comienzo a escribir la carta de este año a
los Reyes Magos diciendo: sí, rey Melchor, sí rey Gaspar, sí rey Baltasar, a
los tres os pido para mis nietos preciosos futuros, con muchas alegrías y
algunas tristezas, con pocos grandes amores y menos desamores, tantos éxitos como
fracasos y, sobre todo, que vivan con la conciencia tranquila, en libertad, los tiempos buenos y los malos que,
seguro, llegarán; todo unido, lo grato y lo ingrato, es parte inseparable del inmenso
regalo que es el haber nacido y el recorrer luego el asombroso camino que es la vida.
Sí, me digo, han
venido y ya se han ido los Reyes Magos, y este año estoy muy, muy contento, además
de otros regalos, me han hecho desear para mis nietos unos futuros llenos con los mejores regalos que su abuelo puede soñar.
1 comentario:
Cuanta ternura jose Luis. Me identifico contigo y te copio la carta. Un beso 😘
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