Permanentemente me preguntan sobre qué pienso de la situación actual de la economía española y de su previsible evolución en los próximos años.
Mi respuesta es, desde hace muchos meses, para bien o para mal, exactamente la misma que voy a exponer, brevemente y sin entrar en detalles, en esta entrada.
La situación de la economía española en el momento actual es mala, muy mala y la previsible en 2012 igual de mala e incluso un poco peor.
El entorno europeo es muy difícil, especialmente por la situación de Grecia, de la que se habla permanentemente y la de Irlanda, Portugal e Italia, de las que se habla menos. Por otro lado, a pesar de todo, Alemania seguirá creciendo: Francia, a pesar de los problemas estructurales que padece desde hace años, seguirá razonablemente unos años más; Italia, haga lo que haga su gobierno
Salvará la situación, al igual que Bélgica, Holanda y Dinamarca. Gran Bretaña creo que avanzará despacio hasta que se produzca el tirón de Estados Unidos.
Los Países del Este, unos más y otros menos, seguirán progresando, los nórdicos mantendrán la actual tendencia y el problema de Grecia, de una manera u otra se terminará salvando (no olvidemos que Grecia es un país pequeño con un peso más pequeño todavía, en la economía europea).
La situación en Estados Unidos es complicada y, en mi opinión, las medidas del Sr. Obama, aunque la pueden paliar, no la van a resolver. Sin embargo, creo firmemente que la Administración del Partido Republicano, a partir de 2013, actuará con eficiencia y que en 2014 los americanos estarán creciendo con muy buen ritmo.
Sin embargo, en el conjunto del mundo, especialmente en China, Brasil, India y otros países emergentes, hay crecimiento y muy probablemente este crecimiento se mantendrá en los próximos años.
En el caso de España, con la entrada en el Gobierno del Partido Popular, y tan solo porque este tendrá un buen respaldo de votos en las elecciones y es un partido conservador y no socialdemócrata, generará inmediatamente confianza en los españoles, en los europeos y en las personas que manejan el dinero en el resto del mundo.
Debo añadir que el cambio de la actual desconfianza a la situación de confianza no va a resolver la situación de inmediato, cual si fuera “la purga de Benito”, pero si va a poner sobre la mesa la condición “hay confianza” que hoy no existe y que aunque no es suficiente sí es necesaria, imprescindible, para cambiar la situación.
En 2012 la situación será mala, peor incluso que en 2011. Se incrementará el desempleo en los segmentos medios y medios altos de la sociedad. La escasez de crédito será habitual durante todo el año y las medidas del gobierno y de las administraciones autonómicas generarán tensiones sociales fuertes durante los meses de enero a octubre e incluso todo el año.
Las medidas del gobierno durante 2012 no pueden tener efectos en el muy corto plazo. El Estado tiene poco que privatizar y aunque las administraciones autonómicas y municipales sí pueden desprenderse de bienes y lo harán poco a poco, con el producto de las ventas tan solo se podrá reducir parte de las inmensas deudas de las instituciones públicas generadas por administradores socialistas la mayor y por los conservadores en algunas de ellas.
Sin embargo, creo que ante la terrible presión del desempleo, si el gobierno conservador toma medidas correctas, puede producirse un incremento fuerte del autoempleo, especialmente entre profesionales con más de cuarenta años, y un incremento de la actividad de las pequeñas empresas. Este incremento de la actividad en base a emprendedores y pequeños empresarios, además de incidir en una reducción del desempleo (y de sus costes), incidirá positivamente en el consumo,
En cuanto a las medidas que pienso tomará el gobierno para impulsar a las pequeñas empresas y a los emprendedores, creo que se centrarán básicamente en reducción de las cargas de seguridad social, la posibilidad de desplazar estas cargas hacia períodos futuros y bajadas de impuestos. En cuanto al crédito creo que no llegará a las pequeñas empresas hasta final de año, momento en que estimo que el Gobierno Central y los autonómicos empezarán a reducir, aunque no sea mucho, su demanda de dinero. Y ello por la sencilla razón de que las emisiones de deuda de las administraciones se comen todo el dinero disponible de los bancos y estos siempre van a preferir el cliente institucional, que es seguro y ahora paga mucho, que al pequeño o mediano empresario que tienen mayor riesgo y, en principio no puede pagar los intereses que sí pagan las administraciones.
En 2013, que en el conjunto de Europa será mejor que el 2011 y 2012, en España comenzará a generarse empleo, eso sí, siempre que se reduzcan las actuales trabas a la contratación laboral que todavía, herencia del franquismo, existen en la legislación española.
Se produzcan tensiones sociales, cuando el crecimiento de la economía alcance el 1,9, acaso antes, en el 1,7, se puede generar empleo, sin esperar al dos y medio largo que ahora hace falta para que exista auténtica demanda de personal en las empresas.
Factor relevante en la tendencia a mejorar de la economía española en 2013 puede ser el crecimiento del sector exterior, como resultado de los esfuerzos intensivos realizados desde hace años e incrementados de forma muy intensa a partir de 2009 para entrar y asentarse en mercados exteriores por las empresas españolas, no solo las muy grandes y conocidas sino por multitud de medianas, pequeñas e incluso emprendedores.
En el año 2014 creo que será algo mejor que el 2013. Incluso es posible que en este año empiece a bajar de verdad el stock de viviendas en manos de las entidades financieras y que el sector de la construcción residencial comience a tirar, aunque ya nunca sea su tirón como lo fue antes de la gran crisis. De todos modos si bien las cosas no estarán, desde la perspectiva de los ciudadanos que tienen que vivir cada día de sus ingresos, para tirar cohetes ni este año ni en 2015, en estos años el crecimiento pienso que superará ya el 3,5.
Y, para terminar la crisis, en 2016, muy probablemente estaremos los españoles en la senda del crecimiento y del progreso.
En suma, cuatro años muy difíciles en un entorno muy difícil, que entiendo que, a pesar de las barbaridades que hemos soportado durante los últimos tres nefastos años, terminarán en un gran éxito.
Eso sí, siempre que el gobierno español y los de los gobiernos europeos hagan lo que hay que hacer, se olviden del populismo y no hagan tonterías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario