Pues sí, parece que soy, que sigo siendo, un ingenuo. Perece que, a pesar de la que está cayendo, va a seguir siendo necesario hacer campaña para conseguir que la gente se vacune.
No, José Luis, para conseguir que la gente se vacune la pandemia no es suficiente; que aunque sea realidad y haya habido antes no pocos avisos, como el de Bill Gates alertando ante una posible pandemia o como el que yo mismo colgaba en este blog en julio de 2019, sobre la llegada y extensión en España y por el mundo, en relativamente poco tiempo, de una nueva y terrible gripe, https://joseluismingo.blogspot.com/2019/07/806-estamos-ante-un-peligro-evidente.html no es, repito, suficiente para que los españoles dejando de lado descuidos y dudas, nos vacunemos.
¿Por qué escribo esto? Muy sencillo, uno de mis hermanos, que de
esto sabe, ayer, cuando le hablaba sobre mi decisión, para no perder el tiempo,
me dijo que de ninguna manera debía
abandonar el duro trabajo que es escribir una novela sobre las vacunas, los movimientos
antivacunas, el negocio de las vacunas, las muertes por no vacunar y las responsabilidades, personales y colectivas que
supone el hecho de vacunar, no vacunar, ocasionar muertes, lucrarse o no
lucrarse con las vacunas.
Me recuerda mi hermano que cada año mueren en España más de 6000
personas de gripe, bastantes más que las 350 que en este momento ha ocasionado
el virus en España y casi el doble de las 3230 que hasta ahora ha
costado la pandemia en la misma China. Y,
pese a ello, menos del sesenta por ciento de las personas que trabajan en el
sector de la salud español se vacunan de la gripe y, seguro, cuando se desarrolle
una contra el Covid – 19, seguirá habiendo en España gente que gritará contra
las vacunas y , aunque sea en ese
momento obligatorio, se negarán a vacunarse y a vacunar a sus hijos porque “las vacunas son antinaturales”, “los
laboratorios ponen mucha mierda en las vacunas”, “solo quieren ganar dinero” y otras
razones similares que yo, con mis oídos, he escuchado de labios de algún gurú
de la “medicina natural” y de varias personas que “solo creen en lo natural”…
Pues bien, llevo todo un día diciéndome que, si mi hermano tiene razón, seguro que sí, voy
a tener que sacar del fondo de mis archivos
donde está desde hace un par de días relegado, ese que dice “NUEVA NOVELA” y, aprovechando
que ir a dar un paseo está prohibido, olvidando
que he de hacer un enorme esfuerzo para evitar la calle, ponerme al tajo y seguir
escribiendo las venturas y desventuras de las hijas antivacunas, tercas ellas,
de mis pensamientos.
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