martes, 7 de abril de 2020

833. PREOCUPACIÓN…(CORONAVIRUS 20)

   
Los recuerdos, hasta los del todo olvidados, cuando menos lo esperas regresan para ponerse ante tus ojos como si fueran presente.

Esta noche he dormido a trompicones y cada vez que me he despertado, sobresaltado, ha salido de mis labios la misma pregunta: ¿Cristina, bonita, estás bien, mi vida?

Y, una y otra vez, al ver que no estoy con ella, que desde aquella noche han pasado cuarenta y cinco años y que en esta noche no estoy a su lado, con una lágrima en los ojos los he cerrado, me he dormido y, al poco rato, de nuevo despertado. ¿Cristina, bonita, estas bien, mi vida?  

Me he levantado temprano, sé que no existen los buenos ni tampoco  los malos  fantasmas, pero aunque estaba muy tranquilo y también agradecido porque hubieran venido, porque estuvieran conmigo en este día, a mis padres, a mis suegros a tantos tíos, a  muchos amigos y, hasta a la propia Cristina, les he dicho que se fueran de mí habitación y de mí cabeza,  que me dejaran solo porque el día de  hoy no es  suyo ni es mío; hoy  el día es precioso y es del niño, mi hijo, que nació  en la mañana de aquel lejano y maravilloso día.

Muchas felicidades hijo, disfruta mucho tu día.

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