miércoles, 8 de abril de 2020

834. PREOCUPACIÓN…(CORONAVIRUS 21)





Los holandeses, desde que hace siglos dejaron de obedecer a Roma, tienen muy claro que si trabajan duro y tienen éxito en esta la vida, se aseguran un lugar en el Cielo; acaso por ello son despiadados comerciantes, con abuelos negreros,  que cuidan muchísimo  sus dineros y, por ahorrar, dan mordiscos a las lentejas y, esto a nosotros nos cuesta soportarlo, son asertivos hasta la indecencia. Además, son, como país, ricos como borricos y, aunque ya no cuentan con el apoyo del Reino Unido, están acostumbrados a tener en la Unión Europea mucho más poder del que, por lo que realmente son, merecen.


Los alemanes, muchos luteranos, ricos, trabajadores, rígidos, organizados y también despiadados, olvidadizos si les conviene, prepotentes y, acaso racistas, llevan luchando un siglo y medio por ser,  creen firmemente que tienen derecho a todo,   “los jefes”, los “conductores” los “amos” de Europa,  y ello   sin que, por ahora,  el resto de los europeos acepten  sin rechistar su mandato, agachen la cabeza y les rindan la debida pleitesía. Además, ahora que no está el Reino Unido en la Unión piensan  que, al fin, van a conseguir, el liderazgo que tanto ansían.

Además, los gobiernos y los ciudadanos de Holanda, Alemania y los del resto de los países del Norte saben, porque lo han visto, que los gobiernos de los países del Sur en los últimos años han sido incapaces de dejar de gastar sin tasa, lo que tenían y lo que no tenían. Y para colmo, italianos y españoles piden que la Unión Europa les de grandes cantidades de dinero para “gastarlo a su modo” y sin dar cuenta a nadie en qué lo gastan, hasta incluso, como pretende el Vicepresidente Segundo del Gobierno de España, usar el dinero de holandeses, fineses y alemanes  para ir cambiando el sistema de economía libre de mercado por un régimen comunista tipo venezolano.

También, es evidente que si muchos españoles, más o menos la mitad, desconfiamos del presidente del Gobierno y tenemos horror a lo que dice públicamente que quiere hacer el comunista Vicepresidente Segundo del mismo gobierno, ¡cómo no van a resistirse a poner su dinero, sin condiciones ni control, el resto de los europeos!

¿Quiere decir todo lo antes expuesto, que no quiero, que no queremos, el dinero europeo? No, porque lo necesitamos y lo necesitamos mucho, lo quiero, lo queremos. Pero también quiero, también queremos que alguien, con poder suficiente, controle lo que se gastan, cómo y en qué se gasta el Gobierno de España esos dineros y, de paso, que vigilen también en qué se gastan nuestros propios impuestos.

Nota
Y no olvidemos, y más vale que lo tengan presente sus gobiernos y sus parlamentos, que para la economía y el bienestar  de los Países Bajos y de Alemania, un desastre en Italia y España puede ser algo  mucho peor que muy malo.

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