jueves, 12 de marzo de 2009

240. 11 DE MARZO, ES MUY PRONTO PARA OLVIDAR



He pasado el día de ayer recordando sin parar el mismo día terrible de 2004.


Las imágenes de la tragedia, los rostros de los heridos, el saber de los muertos y el dolor de las familias, al igual que a muchos, a muchísimos españoles, me ha golpeado una y otra vez a lo largo del día.


Hoy, en mi mente, se han abierto las heridas que abiertas hace cinco años aún no se han cerrado en mi alma. Muertos y heridos, familias rotas, tragedias que nos acompañan.


Y, en medio del drama, el otro drama, el maldito éxito de quienes pusieron las bombas para cambiar España.


No, no podemos ni debemos olvidar. No podemos olvidar y, menos aún, perdonar a quienes tuvieron la idea, a quienes pusieron las bombas ni tampoco a quienes se lucraron de la sangre derramada.


Han pasado cinco años, demasiado poco para apagar tanto dolor.


Creo que solo cuando todos los criminales lo paguen, acaso, solo acaso, podré como muchos españoles, sin perdonar nunca el dolor de aquel día, comenzar a olvidar.

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