Siempre que tengo ocasión digo a mis alumnos y a quien me quiera escuchar, que el mayor tesoro que pueden encontrar durante sus estancias en un curso de postgrado fuera de su propio país y aún dentro de este, es la lista de correos electrónicos de sus compañeros, conocidos y amigos.
Las oportunidades de todo tipo, desde profesionales o de negocios hasta en temas personales, vienen siempre del contacto con otras personas. Evidentemente quien más amigos tiene puede acceder a más oportunidades.
El mundo es hoy muy pequeño y en todas partes se encuentran personas con las que se tiene afinidad, y esta es siempre mutua. Si alguien te agrada lo normal es que tu también seas agradable a la otra persona. Es una pena y una pérdida lamentable no mantenerse cercano a todos.
Las direcciones de correo electrónico no son para ser guardadas, muy bien cerradas, en la carpeta del outlock, son para ser usadas, para mandar de cuando en cuando unas notas, para preguntar algo, para saber del otro y para mantener contactos frecuentes cuando la situación lo requiere.
Las direcciones que no se usan envejecen y mueren, se llenan del polvo del olvido y cuando se pretende usarlas ya no existen. Por eso hay que usarlas.
Las oportunidades de todo tipo, desde profesionales o de negocios hasta en temas personales, vienen siempre del contacto con otras personas. Evidentemente quien más amigos tiene puede acceder a más oportunidades.
El mundo es hoy muy pequeño y en todas partes se encuentran personas con las que se tiene afinidad, y esta es siempre mutua. Si alguien te agrada lo normal es que tu también seas agradable a la otra persona. Es una pena y una pérdida lamentable no mantenerse cercano a todos.
Las direcciones de correo electrónico no son para ser guardadas, muy bien cerradas, en la carpeta del outlock, son para ser usadas, para mandar de cuando en cuando unas notas, para preguntar algo, para saber del otro y para mantener contactos frecuentes cuando la situación lo requiere.
Las direcciones que no se usan envejecen y mueren, se llenan del polvo del olvido y cuando se pretende usarlas ya no existen. Por eso hay que usarlas.
Por cierto, si ha pasado demasiado tiempo sin que haya visto o no le haya enviado un correo al lector, que por favor, me lo recuerde. Suelo ser bastante consecuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario