lunes, 17 de septiembre de 2007

91. TERTULIAS

Hasta hace pocos años había en muchas ciudades tertulias en las que se reunían personas para hablar de todo en el marco de un tema de interés general. Hoy quedan pocas famosas, pero se siguen celebrando algunas aquí y allá..

Casi todas se organizaban alrededor de una o de varias personas que eran capaces de atraer a otras, normalmente del mismo o similar oficio y con cierta afinidad personal.

Podían ser literarias, políticas, taurinas, futbolísticas y hasta dedicadas a las visitas de los extraterrestres.

Se solían celebrar en los tradicionales cafés, en los casinos, civiles o militares y hasta en algunas casas particulares.

El lugar, el día y la hora tenían extremada importancia porque la asistencia era totalmente libre, no había lista de asistentes, ni convocatoria, orden del día o conclusiones, solamente se hablaba y siempre se discutía.

Presidía siempre el titular, al que todos reconocían su autoridad por ser el alma de la tertulia y entre el resto de los miembros se iban construyendo jerarquías informales.

Las opiniones pesaban en función de la persona que las emitía y la última palabra, si la había, era la del fundador. Los nuevos asistentes pasaban un tiempo como novicios, hasta que, a base de asistencia, muchos silencios y progresiva participación eran asumidos como miembros con derechos, que eran todos y realmente ninguno.

Actualmente, por motivos múltiples, quedan muy pocas tertulias de las antiguas, pero ha aparecido una nueva forma especialmente interesante, a través de la Red. Los chats son las tertulias de nuestro tiempo.

Tienen su lugar de reunión, un tema principal, un tipo de asistentes y, aunque su papel puede parecer muy pequeño o no existir, un impulsor.

Las diferencias con las tertulias tradicionales son aparentemente enormes porque ahora la presencia es solo virtual,

Pero, en el fondo, todo sigue igual. Hay, como siempre, personas que solo se sientan a ver y escuchar, novicios que quieren destacar, miembros con prestigio que animan a participar y que cuando se ausentan o no están, casi se cierra el chat.

Realmente las cosas cambian pero casi siempre para avanzar. Es verdad que se pierden cosas, pero si se aprovechan las oportunidades, siempre se puede ganar.

Claro que, como antes con las tertulias, ahora con los chats, hay que buscar para encontrar el que a cada uno le pueda interesar. Antes era sencillo, había pocas tertulias en cada ciudad y ahora existen millones de chats.

De todos modos, si alguien no encuentra la suya, siempre le queda crear su tertulia o impulsar su propio chat.

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