martes, 29 de mayo de 2007

62. VÍNCULOS MÁS QUE AFECTIVOS

Un dicho popular afirma que “el que tiene padrinos se bautiza”. La frase responde a la indiscutible realidad de que el éxito de una persona viene dado, en gran medida, por los conocimientos, el poder o la influencia de quienes están en disposición de prestarle apoyo.

Ciertamente, las relaciones familiares son la primera fuente de los posibles “padrinos” que alguien puede buscar o ya tener, siempre que el interesado y la propia familia consideren correcto participar en el intercambio, más que afectivo, que supone usar estos vínculos, caso de existir, para el tema específico.

Es claro que hay personas que, por principio, rechazan acudir a su familia o a los conocidos de la familia en busca de orientación, información precisa o apoyos concretos. Consideran que el éxito ha de ser resultado exclusivo del esfuerzo personal y rechazan la sola idea de “deber” algo a su propio padre.

También hay personas que, en mi opinión con buen sentido, tienen muy claro que los amigos de sus padres, de sus hermanos o de sus primos, si tienen la ventura de tenerlos y ponen lo suficiente de su parte, son o pueden ser, también sus amigos. Y , desde el principio, están abiertas a participar en la “rueda de favores a pagar ya o en un futuro lejano que llegará seguro”, siempre que todo sea razonable, posible y tenga sentido en el ámbito de la relación.

Los compañeros de colegio menos, pero los de la Universidad y, sobre todo los encontrados en cursos de postgrado, son, a medio y largo plazo los padrinos más valiosos en el desarrollo profesional de las personas.

Claro que hay personas que aceptan y valoran en bien poco que un compañero les haya presentado a su futuro cónyuge, sin cobrar nada a cambio, y se resisten a pedir o aportar algo a quienes con mayor placer y menos contrapartidas podrían hacerlo, probablemente para “no deber nada a nadie”.

Los conocidos del actual o de antiguos trabajos, los vecinos medio amigos, los encontrados en un crucero, los feligreses de la misma iglesia y hasta los sentados al lado en el avión tranquilos, son o pueden ser candidatos a “padrinos”.

La experiencia me dice que prácticamente todas las oportunidades que he tenido a lo largo de una carrera profesional ya dilatada, son fruto de los vínculos, siempre mantenidos, con los actuales, viejos y nuevos amigos.

Por ello, hoy, como siempre, digo que la mayor seguridad para llegar a cualquier lugar es tener, mantener y ser fiel, a los amigos.

Claro que para todo lo anterior, es imprescindible ser una persona decente, buen profesional y siempre agradecido.

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